10. Solitario

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La última vez que salió solo sintió exactamente lo mismo que ahora: tranquilidad y silencio. Contrario a considerarlo incómodo y malo, le agrada ahora. Necesita pensar mucho, alejarse de lo que conoce, quizá avanzar muchísimo más allá hasta la posible zona que pueda seguir Jimin...

Hay tantas cosas que puede hacer estando solo y afuera, que es un poco abrumador.

Por la mente de Jungkook pasan algunas preguntas: ¿Taehyung estará pasando rato con Seojoon? Le hace falta hablar con alguien más, animarse un poco y no depender solo de estar con los animales todo el día; ¿Hoseok estará entrenando a los niños también? Eso lo divierte tanto a él como a los niños, se nota que lo hace feliz y que brinda un mejor soporte en esta adversidad; ¿Jin estará molestando a Yeosang y vigilando a todos los que se encuentren cerca suyo? Su pobre ayudante no se da abasto, pero Jin tampoco, que no puede evitar estar pendiente de quienes viven en el asentamiento. Como si su sagrada labor es velar por la felicidad de todos. Como si debe hacerlo para expiar un pecado y aun así es insuficiente.

¿Namjoon habrá comido? ¿Habrá dormido bien? ¿Habrá intentado no ser el mejor líder del planeta? Preocupándose más por el bienestar de todos aquellos que lo siguen, más que en el mismo. Cuidar esas enormes ojeras bajo sus ojos junto a las bolsas hinchadas. Alimentarse como hace falta para la cantidad de ejercicio que hace y la actividad diaria.

¿Yoongi...?

Hay mucho que pensar por Yoongi.

No se atreve a ello. Siente que no merece hacerse preguntas sobre cómo está Yoongi...

Se fue. En lugar de estar como los demás, decidió irse para respirar y no verlo. Debería aguantar. Le insiste a todos que es un adulto y que no lo rebajen, pero está aquí huyendo de ese error tan horrible que casi le cuesta la vida.

La verdad, Jungkook ya no sabe que hacer...

Solo caminar en su solitario camino.

~ * * * ~

Escucha un ladrido débil y agudo no muy lejos y cuando se levanta de su sitio, encuentra a un perro negro parado tras la puerta del balcón. Tiembla como una gelatina y se ve desnutrido. No debe tener más de tres meses. Jungkook levanta del colchón sin sábana y abre la puerta del balcón. La nieve no ayuda a que el animal esté mejor.

Lo toma del pescuezo y apenas lo tiene cerca de la cara, el animal estira el cuello, lo muerde en la nariz y lame al mismo tiempo, moviendo la cola. Jungkook no resiste reír, separándolo y dejándolo adentro, cerrando la puerta del balcón.

— ¿Quieres acompañarme el tiempo que me quede aquí? —pregunta y el perro solo se queda ahí sentado, temblando.

Le sirvió agua en un plato y abrió una lata de carne para que comiera. No dejó nada en ninguno de los dos platos y Jungkook podía sentir la mirada clavada en su nuca al acostarse. No resultó un problema tenerlo pegado a él. Es como Songie y Paengie. Esos dos no lo dejan tranquilo cuando está en el colegio. Lo aprecia, en realidad.

En este caso, es un poco inoportuno.

Su plan era dejarle suficiente comida para que, al regresar sobre sus pasos, quizá con Jimin acompañándolo, poder recogerlo. Así no correrá ningún peligro y tendrá su tiempo a solas ¿Qué es el impedimento? Que el perro no quiere quedar en un solo lugar.

En seis ocasiones el perro lo ha seguido y encontrado exitosamente. Rehusándose a abandonarlo. Jungkook no se imagina por qué diablos un perro haría un vínculo con él tan rápido ¿Tal vez porque es el único ser humano en mucho tiempo? ¿Está recién nacido? No tiene ni idea.

Solo que quería hacer este viaje solo y ahora no puede porque este cachorro es su sombra.

—Eres muy, muy necio. —refunfuña con el perro metido en la capucha de su chaqueta. Sentado en la cama trata de amarrarse los zapatos, pero el perro mordiéndolo en la oreja y rasguñándole en el cuello se lo impide.

Sempiternal: D.E.A(live).D || BOOK 4#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora