31. Infiltrado

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Debe admitir que hace falta hacer un poco de jardinería. La nieve no ha impedido que todas las plantas crezcan. Hay vegetación acostumbrada al frío, por lo que la maleza que hay es una bastante preponderante y hasta molesta. No le extrañaría que algún Yagtalja se esconda aquí. Si es que tiene la suficiente inteligencia para eso. No lo parece de momento.

Aunque las trampas pueden decir otra cosa.

Llega hasta el anexo y tras mucha complicación para entrar, logra pasar. E un espacio vacío que aún no acondicionan. Principalmente porque no caben qué hacer con él. Está muy lejos de la parte central, es un poco arriesgado que gente se quede a vivir o hacer mucho aquí ¿Y si hay una emboscada? No son los suficientes aun para llenar todo el colegio. De por si tenía una capacidad de muchísimas personas antes. No llenan lo mucho que llenaban los estudiantes en su momento.

Así que hay cajas con comida, mesas, materiales que aún no necesitan usar, pero lo haría en un futuro. Es el perfecto espacio para cualquiera que se quiera esconder. Sigilosamente asegura que ninguna salida esté disponible, tras eso, saca la pistola y le quita el seguro. Está convencido de haber visto la silueta de la persona que se infiltró.

Por su mente pasa que es una puta maldición lo que tienen ahora: Gimpo vino a ellos después de tanto querer llegar a Gimpo. Se siente como una especie de mala broma del universo. Eso lo hace cuestionarse ¿Dónde estará Jimin? Quizá por estar a pie no ha sido capaz de llegar hasta aquí, además de evitar a los de Gimpo.

Escucha a Bam ladrando de nuevo. A veces, parece que su perro está loco.

~ * * * ~

—Si no han regresado a decir algo, es porque aún no llegan a quien sea que esté causando tanto problema—murmura Hoseok pensativo, sentado en la cama de Yoongi mientras este ve por la ventana—. Aunque es poco extraño ¿No crees? ¿Por qué no ha pasado nada?

—Quizá fue un cobarde que llegó de pura suerte y ahora no sabe qué hacer. —propone Yoongi. Se rasca tras la oreja y se recuesta de la ventana, aun agotado del entrenamiento y la tamaña carrera que tuvieron que dar para llegar a la habitación.

—Tal vez—Coincide Hoseok y ve hacia la puerta. Considerando molesto que el par de perros estén lloriqueando tanto—. Mickey, ya; entiendo que los disparos te den miedo, pero no puedes seguir chillando todo el tiempo. —reclama a su perro que rasca la puerta con las patas, chillando cada vez más fuerte. Al igual que Holly. Yoongi va a cargarlo y el animal lo repele, corriendo hacia la puerta de nuevo y rasgándola sin poder abrirla.

— ¿Qué les pasa? —refunfuña Yoongi. Antes de volver a intentar agarrarlo, se da cuenta de que Wooyoung está corriendo afuera, haciendo un escándalo.

— ¡YEONTAN! ¡VEN ACÁ! ¡NO ES TIEMPO DE QUE JUEGUES! ¡YEONTAN! —chilla desesperado. Yoongi agarra a Holy y abre la puerta, logrando así que los ladridos agudos y desesperantes de Yeontan hagan eco en la habitación, así como en el pasillo. Holly jadea y mueve las patas hacia adelante, como si señalara algo y al mismo tiempo, trata de liberarse de Yoongi.

— ¿Por qué andan tan ansioso? —Se cuestiona Hoseok con Mickey cargado. Su perro podrá intentarlo, pero sigue siendo un anciano y sus jadeos agotados por tanto insistir son tiernos.

—No sé, pero-

— ¡Eh!

Por las escaleras ven a Rapmon corriendo, arrastrando el pequeño gancho con el que Namjoon lo mantiene quieto en un solo lugar. Jaló con tanta fuerza que se liberó de la pared. Yoongi decide tomar una de las pistolas que guardan en los estantes de emergencia y dejar a Holly y Mickey metidos en el cuarto.

Sempiternal: D.E.A(live).D || BOOK 4#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora