19. Medidas drásticas

377 100 30
                                    

No tiene ni idea de cuánto tiempo estuvo dormido, lo único cierto, es que fue mucho tiempo. Su cuerpo se siente entumido de nuevo y es molesto. La sensación sigue ahí por un largo rato hasta que se vuelve dolor. Agonía que crece poco a poco. Se retuerce en la cama y al chocar con la pared, se da cuenta de que no es fría, tampoco dura o maciza, sino acolchada y casi cálida.

Yoongi se incorpora apenas en su sitio, respirando por la boca y empezando a sudar. Sus ojos se abren de par en par y la confusión junto a la crisis se exponen en su rostro. Es una habitación totalmente acolchada. Cada muro cubierto por una capa de tela y colcha engrapada a la pared en forma cuadricular.

Una habitación de manicomio, en resumen.

No hay ventanas, no hay nada con lo que pueda hacerse daño; la cama soldada al suelo al igual que una pequeña mesa de noche vacía.

Empieza a dar desesperados quejidos. Su respiración aumenta poco a poco, incrédulo ya alterado ¿Por qué parce una habitación de manicomio? ¿Cómo llegó hasta aquí? no entiende como se encuentra aquí y-

— ¡Déjenme salir! —pide Yoongi palpando las paredes, buscando la puerta y poder salir por ahí—. ¡No quiero estar aquí! —solloza con la cara roja, hinchada y luciendo igual a un niño asustado—. ¡DÉJENME SALIR! ¡NO QUIERO ESTAR AQUÍ! ¿¡POR QUÉ ME TIENEN AQUÍ!? ¿¡POR QUÉ NO ME PUEDEN DEJAR MORIR!? —Insiste sin saber dónde es adelante, atrás, derecho o izquierda.

Sus quejidos se hacen más y más fuertes culpa del dolor corporal, del cansancio que produce ese mismo dolor; no quiere estar aquí adentro ¿Creen que está mintiendo? No está mintiendo, duele demasiado, tampoco está loco por haber escuchado esa voz en su cabeza cuando casi muere.

No quiero estar aquí adentro.

No es un monstruo.

¿Creen que se está transformando?

Mil y un ideas, cada una más loca que la anterior, surcan su mente a velocidad desenfrenada, impidiéndolo siquiera entender bien por qué llora y grita que lo saquen.

. . .

—Es exagerado.

—Decirlo ahora, después de haber siquiera acomodado ese cuarto, es un muy mal momento para arrepentirte. —dice Namjoon con acidez y Jin se muerde el labio inferior, bajando la mirada.

—Debemos decir algo a los demás—murmura Hoseok, frotándose el cuello con inquietud—. Avisar que no lo dejen salir, que está pasando por una razón.

—Van a pensar que está loco y lo último que necesitamos es que estén hablando mierda por ahí. —discute Taehyung y Namjoon chasquea la lengua.

—Yo lo diré. Ustedes sigan vigilándolo y entren a hablar con él. Acompáñalo, lo que sea; no necesitamos que se haga ideas que no son.

Ni por asomo quisieran haber hecho ese lugar, pero es la única forma de ellos poder pegar ojo por al menos cinco minutos sin que Yoongi se quera cortar los brazos de nuevo. Quieren y van a cuidarlo, ahora poniendo muchísima más atención de la que pusieron antes. Para esto también lograron poner esa habitación de contención al lado de la habitación de Hoseok y Jin. Sería muy fácil para ellos ir y venir incluso en horas menos conscientes por el sueño que se pueda tener.

Yoongi no lo verá así, son conscientes de ello, no obstante ¿Qué otra opción tienen? No van a amarrarlo a una pared, ponerle una camisa de fuerza o incluso si pudieran, mantenerlo sedado. Alguna solución a su problema debe surgir y hasta entonces, hicieron lo único en su mano para impedir que se haga más daño.

. . .

—Hola cariño—saluda Hoseok cerrando la puerta tras él—. No te gusta para nada esta habitación ¿Cierto? —se sienta junto a Yoongi, quien está empapado de pies a cabeza por su propio sudor—. No teníamos... otra forma... de... Lo siento—sus torpes tartamudeos acaban en lo que realmente quisiera decir—. No pensamos que estás loco o-

Sempiternal: D.E.A(live).D || BOOK 4#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora