17. Empeoramiento

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Necesitan la morfina, por lo que mantener a Yoongi con ella es imposible. Algo imposible también, es que pueda manejar el hecho de que todos los nervios de su cuerpo deciden doler al mismo tiempo. Es atosigante y resulta extraño al mismo tiempo. Una especie de inyección de adrenalina que quiere calmar de alguna manera.

Gritar no basta.

Llorar no basta.

Retorcerse no basta.

Romper cosas no basta.

Jalar el cabello no basta.

Tratar de quedar en agua fría no basta.

Descubrió que enfocar su mente en cualquier otra cosa, principalmente una que lo absorba, funciona a dejar de darse cuenta del dolor ¿Qué hace la mayor parte del tiempo? Escribir o componer como un maniaco. Escribe en cada papel a su alcance, en cada superficie que tiene. El problema es que su letra es muy errática y casi inentendible. Haciéndose más y más deforme con el paso del tiempo.

Empieza a dudar que sea inmune. Cree que la razón por la que le duele, por la que escuchó esa voz en su cabeza, es que el virus está calando en él y algo de diferente índole se comunicó con él a través de ello.

—Yoongi no hay más espacio, tranquilo. —Hoseok lo sujeta del pecho y lo lleva hacia atrás, haciendo que tome un poco de distancia de la pared que había estado rayando. Apenas queda menos de un metro de pared libre.

La cama, las sábanas, el piso; lo único sin nada escrito es el techo, porque no lo alcanza y aunque use escalera, le es muy complicado anotar en su ritmo frenético. Hoseok se dedica a ver algo de lo que escribió. No hay diferenciación entre una cosa y la otra, ni siquiera entre la melodía y la lírica de la canción.

Entreabre los labios y siente que se le aguan los ojos, abrazando un poco más fuerte a Yoongi, con la esperanza de que eso escrito, no sea lo que siente realmente.

. . .

—Ya estoy haciendo una puta pared entera, Taehyung—reclama Namjoon, exasperado de que el menor no deje de insistir en el tema. Entiende que está nervioso, también lo está, por eso hace montar un muro donde está la malla metálica. Sin embargo, tenerlo cada treinta minutos acercándose a preguntar sobre pasa su nivel de paciencia—. ¿Hay algo más que quieras decirme? ¿Umm? —Hongjoong levanta la vista de los papeles. Se siente un mal tercio aquí ¿Es solo idea suya la tensión?

Taehyung se relame los labios y mira a un lado, curvándose ligeramente.

— ¿Me acompañas un rato?

— ¿Ahora? ¿En serio? Estoy ocu-

—Ahora.

Hongjoong baja la vista a los papeles, fingiendo que no vio a Taehyung agarrando a Namjoon de la entrepierna. Incluso Namjoon se olvidó de que Hongjoong está aquí y eso de ser discreto no existe. Con un resoplido exasperado y teniendo la idea de que quizá así Taehyung se calme, le sigue la corriente. Hongjoong solo queda con una duda encima:

¿No se supone que esto era entre Jin y Namjoon? ¿Acaso hay algún problema con eso? La curiosidad es enorme.

. . .

— ¿Qué? ¿Qué pasa? Se supone que-

— ¡No puedo yo solo! —gimotea Hoseok angustiado—. No soy suficiente para esto. Y-yo... ¡Mira lo que escribió!

Jin rueda los ojos, pensando que Hoseok está teniendo una crisis nerviosa y no que hay un problema real ¿Cuándo no ha sido suficiente para Yoongi? Parece ser el único. En segundo lugar está Jungkook, luego Namjoon, Jimin y de último pondría a Taehyung o el mismo, pero ¿Hoseok? Es literalmente la luz de los ojos del pianista. Entra a la habitación, donde Yoongi escribe sin parar en la libreta que le consiguieron para que deje de dañar los muros y hacer parecer una escena del crimen o un lugar de reunión satánica. Hoseok empuja a Jin hasta el muro que le interesa.

Sempiternal: D.E.A(live).D || BOOK 4#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora