Los Targaryen, los señores y señoras de sangre dragón que llamaban la atención con aquellos plateados cabellos y sus ojos de color violeta, claro era que la mayoría que tenía aquellos rasgos era por qué era de sangre pura o por qué su padre era un sangre pura.
Los antepasados que habían quedado fascinados con ellos eran comprendidos, aquella sangre era llamativa en cualquier lado en el que se les veía, no solo por qué montaban dragones si no por qué eran hermosos como muchos decían.
Algunos psicópatas, algunos menos locos y otros tan diferentes a la mayoría, amorosos y amables.
Daemon no tenía ninguna de las últimas virtudes, era idéntico a sus padres y su abuelo, un pequeño canalla como la mayoría de los que conocían lo llamaban.
- Daemon, es igual a el rey por algo lleva su nombre. -mencionaban.-
Pero así como Daemon I era conocido por muchas cosas la mayoría sabía que el par tenía estilo, eran refinados en más que prendas.
Daemon era elegante, apuesto aunque su actitud no era la mejor. Pero siempre llamaba la atención dónde fuese junto a su hermana, Dragones de sangre pura Targaryen. La verdadera sangre del dragón corría por sus venas.
...
Cuando Aemma y Daemon estaban de pie aún lado de la silla donde Lukarys estaba sentado, Aemma tenía enlazado sus dedos entre ellos mismos con la mirada al frente mientras que Daemon estaba detrás de ella.
Aunque la edad era la misma, las diferencias entre apariencia era mucho más. Daemon el sacaba más de una cabeza a Aemma, eran quizás ligeramente parecido en algunas apariencias.
Luka hablaba sobre la situación de salud de Cregan y lo que pasaría en el norte ahora que el invierno llegaba de nuevo, los señores de las frías tierras escuchaban y opinaban entre ellos o en voz alta.
Pero siempre había uno que se opondría o no estaría del todo completo con lo que todos decían.
- Si Lord Cregan muere, debe ser Rickary Stark el que ocupe esa silla, no tú niño. -murmuró el viejo Karstark que estaba a semanas de morir si seguía haciendo tantos corajes.-
- mi lord, le recuerdo que está aquí pero no tiene ni voz ni voto, solo está aquí por la amistad que tiene con mi abuelo y que una de su hijas está casada con su hijo.
El viejo bufó y Daemon lo miró, había escuchado del viejo, el hijo de Lyanna era el que se casaría con Sara.
- debes casarte, mi príncipe. -mencionó uno de los lords y Luka negó.-
- mi matrimonio o unión no es necesario aún, de ser así me casaré de inmediato. Si los dioses deciden que debo morir sin dejar herederos, mi hermana guiará el norte hacia la grandeza.
- la niña targaryen que vive en Desembarco.
- mi hermana es una Stark como yo, pero si lo que tratan de saber es si voy a casarme la respuesta es si, en algún momento de mi vida tendré que hacerlo. -mencionó Luka.-
- ¿tomarás un mujer del norte o seguirás las tradiciones de tu familia del sur?
Daemon miró a Luka que suspiró mirando a Arya y regresó su vista al frente.
- Tomaré una mujer del norte, una con hielo en la sangre.
Los Lord hablaron entre ellos y regresaron la vista al frente.
- hay muchas jóvenes que podrían estar dispuestas a casarse de inmediato, entre más rápido haya un heredero mejor será.
- no, no están entendiendo, no deseo casarme ahora.
