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La misma tarde habían salido de caza como lo había dicho, Daemon, Lyra, Arya, Viserys, Aemond, Rickary y Luka.
El menor de los Stark parecía conocer el lugar mejor y era por qué su abuelo lo había llevado un par de veces fuera de la murallas.
Daemon caminaba a un lado de Arya que miraba atrás cada par de minutos tratando de ver algo entre el paisaje blanco pero no había nada, Lyra iba mas adelante con Luka que reía escuchando a la joven bromear sobre que saldría algo de la nieve.
— Ella es preciosa. —murmuró Arya y Daemon la miró mientras trataba de entender.—
— ¿qué?
— Lyra, es preciosa. —repitió y Daemon asintió.—
— Sí, lo es.
— ¿y la amas?
Daemon la miró y luego rió sin ganas mirando al frente.
— ¿qué tratas de saber?
— Si haz olvidado a Sara.
— La he olvidado desde hace mucho, no viviré en la agonía siempre. Sara ha pasado ya, disfruté mis días con ella pero ya es todo.
— Cregan me dijo sobre Sara.
Daemon suspiró deteniéndose y miró a Arya mientras está hacía lo mismo mirandola.
— Era mi hermana y si hubiera sabido en aquel tiempo habría sido quizás diferente.
— no importa ya, en verdad. —murmuró el peliblanco y siguió su camino mientras Arya caminaba a escasa distancia de él.—
Cuando Lyra esperó a Daemon sujetandose de su brazo, Arya los miró mientras está señalaban algunas cosas a Daemon. Parecía una niña emocionada con el norte, pero la entendía quizás un poco.
— nunca pensé ver esto, Daemon. —murmuró Lyra y Daemon sonrió ligeramente mientras apretaba su mano sujetandola, aunque el guante evitaba que tocará su piel.— es precioso esto,
— y frío, es más frío que cualquier cosa. —Lyra rió mientras caminaba y asintió.—
— Pero Winterfell mantiene dragones que necesitan calor, es reconfortante.
Daemon sonrió mientras la miraba observar las cosas y siguió adelante mientras los mayores indicaban el camino junto a Luka.
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A la tarde cuando la poca luz quedaba, Viserys tiraba de un par de troncos en los que traía un venado. Luka había llegado al lugar haciendo que la caza fuera exitosa y antes del anochecer regresaban.
Daemon traía un par de conejos colgados en el cuello que Lyra había cazado y está sostenía algunas cerezas que Luka había encontrado en el camino casi congeladas.
Luka era un niño emocionando como si conociera la nieve por primera vez, saltaba y lanzaba nieve a Arya que respondía aquello de manera divertida.
Luka era serio en la mayor parte del tiempo pero con su familia era bastante risueño.
Cuando Rickary gritó a sus hijos sobre la tormenta que venía pidió que caminarán más rápido mientras Aemond sujetaba a Lukarys apresurando el paso en busca de llegar hasta donde habían dejado los caballos.
Lyra se sostuvó de Daemon y Arya corrió con Rickary que ayudaba a Viserys.
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Pero de un momento a otro el lugar se tornó blanco por la nieve y todos quedaron divididos.
