— maldita nieve se pega en todos lados, es horrible y es odiosa. —dijo Maelor mientras gold se removia sacudiéndose una vez que había aterrizado cerca de las enormes puertas de la fosa de Winterfell.— mierda, arruina mi ropa. —maldijo y Rhalys chasqueó la lengua escuchándolo cuando Ocean camino gruñiendole a Gold para que se apartara del camino hacia la fosa.—
Los cabellos de Rhalys estaban cubiertos por el enorme gorro blanco pero aún así se veían al igual que el bulto detrás de su espalda que cubría la capa enorme que llevaba.
— Xiaor, ayúdame a bajar de Ocean, por favor. —dijo Rhalys y el hombre que ya estaba allí de pie en espera asintió mientras el cuidador le hablaba a la dragona que la futura reina llevaba en busca de calmarla luego de el viaje.—
Cuando Rhalys sacó la primera capa que traía envuelta a su pecho las pequeñas manos cubiertas por los guantes se vieron sujetas al abdomen de Rhalys sobre su vestido, al igual que la tela que sujetaba a la niña a su espalda.
Rhaenyra solía dormirse en los viajes así que era una manera en la que Baelor se aseguraba que estaba sujeta a Rhalys o a cualquier que la llevaba.
Cuando la joven lanzó las capas dónde se cubría ella y su pequeña cuñada Rhaenyra estiró sus piernas aún con la mejilla pegada a la espalda de Rhalys y Xiaor le sonrió al verla.
— es un gusto verlas de nuevo, mis princesas. —dijo el hombre y sujetó a la niña cuando Rhalys se la paso con cuidado evitando dejarla caer cuando Ocean se movió sacudiéndose pero fue calmada por el cuidador.—
— también me da gusto de verte, Xiaor. —dijo Rhalys saltando de su dragón y Maelor apareció a un lado de ella sujetando a Saera en su pecho mientras la arrullaba con cuidado evitando que despertara.—
— ¿dónde están todos? Creí que nos recibirían. —dijo Maelor mirando el lugar y bufó.—
— Es de madrugada, Maelor. Deja el drama. Nos hemos retrasado, una tormenta después de las tierras de la corona nos retrasó, tuvimos que descender y resguardar a los hijos de Daemon y claro que a Rhaenyra. Si un cabello se le cae a uno de esos cuatro niños, el reino será cenizas al día siguiente. —dijo Rhalys sonriendo mientras trataba de mantener caliente a Rhaenyra que se abrazaba a su cadera.—
— faltan dos príncipes, Maegor y Aerrya. —mencionó Xiaor mirándolos.—
— Jaehaerys los trae junto a Viserialy, estarán aquí en cualquier... —antes de que Maelor terminará de hablar el rugido de Gold se escuchó con fuerza avisando de los Dragones y Tessa aterrizó torpemente en la nieve al igual que el dragón de Jaehaerys que fue entorpecido por la joven dragona que le había quitado espacio.— están aquí, los tortolos. Son como dragones queriendo aparearse y dando vuelta al asunto. —bufó mientras miraba a Rhaenyra que lo observaba con las cejas arrugadas.—
Viserialy fue ayudada por uno de los cuidadores mientras que sostenía al niño en su pecho cubierto, Jaehaerys llegó después mientras pasaba sus manos por las telas que cubrían a la menor de los príncipes.
— los cuervos son molestos. —dijo Viserialy y Maelor rodó los ojos mientras caminaba por la nieve siendo seguidos por los demás.—
...
El grito de Rhaenyra se escuchó en el salón principal cuando Rickary apareció en este sujetandola mientras está reía abrazandose a su padre, llevaba meses que habían parecido años y es que Rickary parecía que la habia dejado siendo una bebé y ahora era tan mayor que le dolía haberse separado.
— mi pequeña loba. —susurró Rickary dejando besos sobre sus mejillas y Rhaenyra rió por las cosquillas que la barba recién afeitada le daba sin soltarse de él aún así.—
Daemon apareció poco después cargando a Saera mientras está se removia estirandose luego de salir de entre las telas que la mantenían caliente y quieta, sujetó a esta mientras dejaba un beso en su mejilla para así cargar a Aerrya cuando se le fue entregada.
Lyra llegó después asoñada mientras tomaba a Maegor que había llorado pero pronto se había calmado al sentir el calor de su madre que pronto se marchó con él y sus hermanas hacia la habitación.
...
Cuando Saera y Aerrya durmieron entre las pieles en la cuna que Rickary había mandado hacer para ellas, Lyra entregó a Daemon a Maegor con cuidado mientras lo abrigaba mejor dejandolo que lo sujetará. Daemon sabría que hacer.
Antes del amanecer luego de que todos hubiesen vuelto a dormir, Daemon salió de la habitación con el niño envuelto en sus mantas caminando hacia aquella había en la torre de la regente. Subió las escaleras en silencio y entró en la habitación que era iluminada por un par de velas que estaban casi al borde de la extinción en una de las mesas.
La chimenea seguía encendida dando el suficiente calor para mantener caliente la habitación de Arya que dormía entre las pieles a solas.
— shh. —susurró Daemon al bebé que lo miraba con atención mientras movía las manos hacia su padre y este dejó un beso sobre su frente para así dejarlo con cuidado entre los brazos de Arya cobijandolo con la misma cobija que su madre.—
Maegor no sé movió más, simplemente balbuceaba mientras movía sus manos como si buscará sujetar algo y pronto obtuvo un mechón de cabello de Arya para así llevarlo a su boca buscando morderlo aunque no pasó.
Arya se removió y suspiró abriendo los ojos mientras pasaba su mano por el pecho de Maegor acariciando este con cuidado para palmear este don sus dedos escuchándolo.
Quizás había soñado con esto tanto tiempo que ahora parecía que era solo un sueño más, dejó un beso en su mejilla y se acomodó de nuevo mirando a Daemon que se sentó en la silla a un lado de la cama dejando ver qué si estaba soñando ahora veía a Daemon.
Cuando Daemon movió sus dedos sobre la madera está crujió de manera silenciosa y Maegor hizo ruido con su boca tirando de su cabello mientras se estiraba llorando ligeramente haciendo que Arya se sentará sonriendo al saber que no estaba soñando, estaba sucediendo.
— Maegor... —susurró sujetandolo para cargarlo y aunque lo hizo torpemente pudo acomodarlo contra su pecho mientras sonreía.— está aquí. —dijo y miró a Daemon que le sonrió ligeramente.—
— está aquí, Arya.
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.— Arya y Maegor en algún momento de la historia.