7.

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Aquella noche e inicio de madrugada, el barco había llegado y con ello los tres integrantes que faltaban. Aemond y Rickary habían traído a los tres en medio de la noche aunque Viserys había montado en Siraxya hasta Winterfell, Lyra y Laura habían llegado a caballo junto al pelinegro Stark.

...

Rickary había mostrado a Lyra su habitación pero de igual forma había dicho dónde estaba la de Daemon por si necesitaba algo y no encontraba a nadie más, aunque no necesitaba nada. Lyra había ido luego de que todos se habían acostado a la habitación de su prometido.

Cuando Daemon sintió el peso a su lado suspiro abriendo sus ojos mirando los cabellos rubios de la joven que titiritiaba de frio enrollada en pieles en busca de calor.

El plateado no sabía si soñaba o era real, aún así dejó que la joven se metiera entre sus cobijas y sus brazos y la sujetó dejando un par de besos sobre su cabello para así suspirar abrazandola mientras está buscaba el calor de Daemon que pronto la adormeció.

A la mañana siguiente cuando Arya entró en la habitación de Daemon suspiró mirando a Lyra dormir entre los brazos del joven que la abrazaba con el rostro entre los rizos rubios.

¿Estaban desnudos? No lo averiguaría, solo venía a despertarlo para el desayuno como Visenya se lo había pedido. Así que al ver aquello simplemente salió de la habitación cerrando detrás de ella en silencio, no podía competir contra la prometida de Daemon, ella simplemente era otra Stark y Lyra era la prometida.

Cuando Visenya salió de la habitación a un par de esas con la pequeña Rhaenyra entre sus brazos caminó hasta donde estaba arya de pie asimilando las cosas que pasaban.

— ¿qué? —murmuró y Visenya la observó.— no escuché, perdón.

— ¿Daemon está despierto?  —repitió y Arya negó.— no, él, él, esta... —asintió y negó segundos después.— está duchándose. —mintió y Visenya la observó unos segundos más para así asentir.—

— bien, que vaya a desayunar cuando termine.

— sí, yo le digo. —murmuró y esperó a que Visenya saliera del pasillo para tocar la puerta con algo de fuerza aunque sabía que había dentro.—

Cuando Daemon se asomó abriendo la puerta observó a Lyra que seguía durmiendo, pero está vez vio que traía ropa.

— tú madre los espera en el desayuno.

— ¿qué? ¿Dijiste que Lyra estaba aquí?

— no, pero la estoy viendo. —murmuró molesta y Daemon asintió mientras la miraba cerrando la puerta con cuidado evitando que viera a la rubia dentro.—

— bien, te veré en el desayuno. —habló mientras miraba sus ojos y suspiró observandola por un par de segundos más mientras Arya hacia lo mismo hasta que dió la vuelta caminando por el pasillo.—

Daemon suspiró observandola marcharse y miró a Lyra dormida para así buscar su ropa colocandola esperando que la joven despertara. Unos minutos después mientras Daemon acomodaba lo que Laura había traído por su petición de ropa Lyra se removió entre las cobijas mientras Daemon la miraba de pie a la cama.

— hola. —murmuró sonriendo ligeramente mientras se estiraba y pasó sus manos por su rostro mientras acomodaba su vestido.—

— hola. —respondió Daemon mirándola y dejó un beso sobre su cabello para así acariciar su mejilla.— vístete, te veré en el comedor. No pueden saber que dormiste aquí, mis padres me matarían.

Lyra asintió mientras miraba a Daemon salir de la habitación y tomó la ropa que le habían traído.

...

𝐋𝐀 𝐃𝐀𝐍𝐙𝐀 #2: 𝐄𝐒𝐂𝐀𝐌𝐀𝐒.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora