📍 HARRENHAL.
- Daemon... -la voz de Lyra había sacado al joven de sus pensamientos mientras miraba a Aemma que estaba frente a él señalando con su cabeza hacia el señor de Harrenhal.-
- lo siento, estaba pensando en algo. -murmuró apretando la mano de Lyra que estaba debajo de la suya y Lionel lo miró.-
- preguntaba si tú estancia en Winterfell será más larga de la que se dijo
- ¿Winterfell? -habló Daemon y miró a Aemma que asintió.-
- sí, el pergamino de tu madre decía que deben volver por qué irán a Winterfell acompañar a Cregan.
Daemon miró a Lyra y luego Aemma para así asentir.
- parece que así es, mi lord. -habló y bebió un poco del vino mientras negaba ligeramente.- esperemos que no sea larga pero tampoco es que estoy deseándole la muerte a Lord Cregan.
- Lyra cumplirá dieciséis años en cinco meses, mi príncipe.
- mi decisión no cambia, mi lord. Si aún sigo en Winterfell para ese día, volveré para casarme con Lady Lyra.
Lyra sonrió y Aemma la vio mientras bebía del vino, tan feliz y emocionada por casarse con Daemon.
Aunque sabía que su hermano quizás quería a Lyra no estaba por completo para ella, Daemon jamás estaría quizás para una mujer sin tener otra en su mente y ahora Lyra competiría contra una mujer viva al contrario de lo que había sido Sara.
...
- no sabías, ¿no? -murmuró Lyra mientras miraba a Daemon limpiar sus brazos cerca de la charola de agua con un paño.- que irías a Winterfell.
Daemon suspiró mirandola y negó.
- mi madre no siempre nos pregunta, pero bueno ahora es una situación que se entiende. -habló para así limpiar su cuello mientras miraba a Lyra acercarse a él quitando el paño para así ayudarlo limpiando su pecho desnudo.- El abuelo parece pasará su último invierno, no desean que Luka pase eso solo y bueno, debemos estar ahí.
Lyra lo miró y luego suspiró quedandose a su lado sentada mientras se recostaba en su hombro.
- quisiera ir contigo, no conozco la nieve y bueno, podría ser un buen viaje.
- no puedes viajar conmigo si no estamos casados.
- lo sé, debimos casarnos antes.
- tu padre casi descubre lo que hacíamos, si no hubiera sido por nuestro maestre ahora estarías siendo alguna especie de seguidora psicópata de la fé.
- los dioses tienen seguidores muy perturbados.
Daemon sonrió mirándola y entrelazo su mano con ella mientras dejaba un beso en su cabello.
- volveré y nos casaremos, luego iremos a pentos a vivir allí por el resto de nuestros días.
- Pentos, el castillo de tu abuelo ¿no?
- mamá dice que es colorido y precioso, nuestros hijos tendrán sus dragones y cuando sea necesario viajaremos de vuelta hasta Desembarco.
- ¿hijos? Creí que no deseabas tener hijos.
Daemon la miró y se encogió de hombros.
- pudo cambiar de opinión muchas veces. -susurró sonriendo y besó sus labios con lentitud mientras Lyra hacia lo mismo dejándose por el joven.-
Cuando Lyra tuvo un poco más de valor de hacer ella misma que Daemon siguiera subiéndose en su regazo este la sujetó mientras miraba la puerta que estuviera cerrada.