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A la mañana cuando Daemon caminaba de vuelta a la habitación luego de ir a los aposentos de sus hijos  por la mañana cuando la mayoría seguía durmiendo, se encontró a Rhalys de frente en uno de los pasillos rumbo a la habitación de Baelor.

— Rhalys. —murmuró sonriendo y la joven de cabellos negros le sonrió.—

— Daemon, sigues aquí.

— no me iré esa es la verdad. —habló sonriendole mientras comía de la manzana en su mano.— no te había visto desde hace unos meses, no estuviste en el funeral del abuelo.

— Laenor estaba enfermo, alguien debía quedarse en driftmark con él para que mamá pudiera venir así que lo hice yo.

Daemon asintió mirando en dirección a la habitación de Baelor y luego regresó su vista a Rhalys.

— me alegra verte de nuevo, olvidaba lo hermosa que eras. —dijo y Rhalys sonrió.—

— gracias, Daemon.

Daemon quizás era coqueto sin quererlo y Rhalys era una mujer de cabellos negros preciosa frente a él.

— serás una hermosa reina algún día.

— estás casado, Daemon y yo también, deja de hacer lo que sea que haces.

— ¿hay algún problema con eso? Hago bebés bonitos por si deseas. —murmuró divertido y Rhalys negó riéndose.—

— gracias por la oferta, pero estoy casada con tu hermano y en algún momento los dioses serán buenos con nosotros, aparte no soy igual que tú.

Daemon asintió sonriendo amplio mirándola cuando se despidió siguiendo su camino hacia la habitación y se quedó ahí esperando a que el drama se hiciera presente pero no pasó nada.

Rhalys entró en la habitación y no hubo nada más, así que supo que quizás Rhaella no estaba ahí.

— ¿Estás viendo a Rhalys? —habló Aemma a sus espaldas y Daemon la vio bufando mientras negaba.— le estabas viendo el trasero, lleva pantalones te ví viéndola.

— no estaba viéndole el trasero, Aemma. ¿Que me crees?

— ¿Entonces qué veías?

— Rhaella entró por la madrugada a los aposentos de Baelor.

— ¿¡que Rhaella qué!? —habló alto y Daemon cubrió su boca mirándola a los ojos.—

— shhh, no quiero despertar a toda la fortaleza por un chisme. Eso es lo que ví y quería saber si Rhalys los encontraría.

— ¿Baelor engaña a Rhalys?

— no lo sé, quizás llega a buscar cosas a la habitación de Baelor a mitad de la noche.

— ¿qué cosa?

— que se la coja quizás, Aemma. ¿Eres tonta o solo es hoy?

— Baelor no sé atrevería, si madre se entera ten por seguro que va a cortarle las bolas.

— espero estar ahí el día que lo haga.

...

Cuando Rhalys sacó su chaleco y sus botas metiéndose entre las sábanas levantó estás mirando a Baelor en pantalones de dormir boca abajo durmiendo. Tenía un rasguño en la espalda y la mitad de la cama estaba desordenada cosa que el joven no hacía cuando ella no estaba.

Lo miró unos segundos y lo sujetó del cabello tirando de este para así hacer que se despertara quejándose.

— ¿quién ha dormido contigo, Baelor Targaryen? —le dijo entre dientes y Baelor se quejó haciendo una mueca apretando la sabana contra sus manos.—

𝐋𝐀 𝐃𝐀𝐍𝐙𝐀 #2: 𝐄𝐒𝐂𝐀𝐌𝐀𝐒.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora