CLARA RODRÍGUEZ
Escucho los gritos de mis amigas tras contarles lo que hicimos ayer con Julio en el callejón y tengo que bajarle el volumen al teléfono.
-¡Clara Rodríguez!- exclama Sofía.
-¿Qué?- pregunto intentando contener una carcajada.
-Estoy orgullosa de ti. Eso es vivir la vida amiga.
Todas nos reímos.
-Oigan, la semana que viene ya puedo mudarme a España- nos informa Juliana.
-¿De verdad? ¡¡Qué bien!! tengo muchas ganas de verte.
-Yo también Clara, a todas. Espero que nos podamos juntar pronto.
-Yo no voy a poder ir a España por un tiempo- se lamenta Sofía- pero saben que ustedes pueden venir a Australia cuando quieran.
-Claro que sí.
-Chicas yo las dejo así voy dejando todo listo para cuando venga Juliana- nos dice Pamela.
-¡Gracias Pame! Me salvaste la vida- Juli forma un corazón con sus manos.
-No hay de qué. Mi casa es muy grande para una sola persona.
-Adiós.
-Nos vemos. Las quiero.
Me quedo un rato más hablando con Juliana y Sofía y nos despedimos antes de que sea la hora de almorzar en Italia.
Ayudo a mi hermana a poner la mesa.
-Creo que hoy les contaré a todos.
La miro, sorprendida.
-¿Estás segura? Hace dos días que sabes, puedes tomarte un tiempo más.
-No, estoy bien- dice mientras reparte los platos.
Asiento con la cabeza mientras acomodo los vasos y luego las sillas. Miro por los ventanales de la cocina hacia el patio. Hoy hace un día soleado precioso, gracias a la tormenta de ayer que despejó todas las nubes.
Subo las escaleras y le aviso a Gabriel y a Julio que está la comida, Sabri se encarga de decirles a las niñas que están jugando en el jardín. Cuando nos sentamos y empezamos a comer miro a mi hermana y noto que está nerviosa, no deja de mirar a todos lados y apenas prueba bocado.
Hasta que lo hace. Se levanta de su silla y pide silencio. Nuestras miradas se cruzan e intento darle fuerzas.
-Interrumpo este almuerzo tan bonito para compartir con ustedes una noticia. Me alegra mucho que mi hermana me haya ayudado a descubrirlo y que esté ahí para mi siempre así que, Clara, gracias.
Me mira y le sonrío.
-Por otro lado está Julio.
Él la mira.
-El novio de mi hermana pequeña, que ya no es tan pequeña.
Todos nos reímos.
-Julio, gracias por cuidarla y amarla tanto, espero que puedan construir un futuro juntos y me alegra mucho tenerte en esta familia.
Él le agradece y siento que sus manos acarician las mías debajo de la mesa, le sonrío. Mi hermana vuelve a hablar después de tomar aire.
-Tengo dudas... y temores. Pero también me siento muy feliz por anunciarles que después de siete años una vida vuelve a crecer dentro de mi.
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Lo increíble de ser nosotros
Romance¿Qué harías si el chico del que estuviste toda tu vida enamorada se vuelve a cruzar en tu camino? Clara es una editora de libros que se va de vacaciones con sus amigas pero lo que menos espera es encontrarse con el chico que, en su adolescencia, hiz...