JULIO CORTÉS
Hoy es lunes y amanece nublado. Después de almorzar con la familia de Clara salimos a pasear los dos solos por las calles de Vicenza. Miro a mi alrededor y sonrío, apenas llegamos ayer y me está encantando este lugar. Nunca había venido a Italia y ahora entiendo porqué todo el mundo se enamora de ella y de su gente, las personas son demasiado amables. Las casas son diferentes a las que he visto a lo largo de mi vida pero muy bonitas, tienen una fachada antigua con los techos de tejas. Los lugares están lleno de vida con las plantas y los colores que han elegido para pintar los edificios. Pasamos por un puente peatonal que cruza un arroyo hermoso adornado con plantas acuáticas. Las montañas detrás de la ciudad y llenas de nieve forman un paisaje increíble. Nos compramos un helado y nos tomamos de la mano mientras seguimos recorriendo cada centímetro de aquella ciudad.
Cuando un relámpago ilumina el cielo guío a Clara hasta un callejón sin salida y la estampo contra la pared mientras la beso, las gotas empiezan a caer, lo que desata una lluvia fuerte e incontrolable. Justo como lo que estoy sintiendo en este momento, el incontrolable deseo de querer más de ella. Las calles de Vicenza se vacían y solo quedamos ella y yo. Empapados por la lluvia. Con el deseo que nos nubla la razón y nos acelera el corazón.
Seguimos besándonos sin control. Y ya no nos importa nada. Nos desnudamos en aquel callejón solitario, nos tocamos, nos descubrimos, nos deseamos y nos dejamos llevar por las corrientes de placer que recorren nuestros cuerpos al unirlos por una sola razón: el amor. El amor como el comienzo y el final de todo.
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Lo increíble de ser nosotros
Romance¿Qué harías si el chico del que estuviste toda tu vida enamorada se vuelve a cruzar en tu camino? Clara es una editora de libros que se va de vacaciones con sus amigas pero lo que menos espera es encontrarse con el chico que, en su adolescencia, hiz...