Lo increíble de ser nosotros

Capítulo 30: Primer mes

UNAS SEMANAS MÁS TARDE...

CLARA RODRÍGUEZ

El tiempo se ha pasado volando desde que volvimos a Madrid. La semana que le dieron vacaciones a Julio la gastamos la mayor parte del tiempo juntos cuando yo no trabajaba. Entre citas, miradas, besos robados, caricias y palabras bonitas.

Lo que Julio me contó hace casi tres semanas en el desayuno sobre su madre me tiene un poco preocupada, él y su familia no merecen pasar por algo así. Nadie lo merece. A pesar de eso hoy es un día especial, el veinticinco de agosto fue cuando Julio me pidió ser su novia y hoy es veinticinco de septiembre así que cumplimos un mes.

Sofía está en Australia para acomodar algunas cosas en su nuevo departamento y en el trabajo, falta poco para que se mude definitivamente. Mi novio está mirando una película en el sillón mientras yo trabajo con la computadora a su lado.

Una llamada entrante de mi hermana me saca de mis pensamientos.

-Hola hermanita- contesto.

-Hola.

-¿Todo bien?

-Sí.

Arrugo el ceño, el tono de su voz es raro.

-No me mientas, te conozco demasiado.

-No es nada, solo que me siento mal.

-¿Qué tienes?

-Nada grave, me siento un poco mareada y tengo vómitos, desde ayer que no estoy yendo a trabajar, tengo la casa hecha un desastre y las niñas me sacan mucha energía.

Hago una mueca de disgusto aunque no pueda verme.

-Que horrible.

-Sí. No es la primera vez que pasa, lo solucionaremos. ¿Que tal todo por allá? ¿mi cuñado?

-Por aquí está todo muy bien, cumplimos nuestro primer mes juntos.

Julio me mira y me hace señas de que le pase el teléfono. A pesar de que no se conocen en persona, hemos hecho videollamadas y han tomado bastante confianza.

-¿Clara te trata bien?- le escucho decir a mi hermana.

-Oh, sí. Muy bien. ¿Tú que tal?

Ella suspira.

-Bien, estoy un poco enferma pero ya se me va a pasar.

-Que te recuperes pronto.

-Gracias.

-¡¡Y felicidades por el primer mes juntos!!

Él se ríe.

-Muchas gracias.

Hablan un poco más y Julio se despide de ella mientras me pasa el teléfono.

-Oye, Sabri.

-Dime.

-¿Que te parece si Julio y yo vamos a visitarte y te ayudamos con las cosas que tengas que hacer?

Miro a mi novio y me hace señas de que es una buena idea.

-No sé, no quiero que gasten mucho dinero ni que tengan problemas con los trabajos.

-No hay problema. Julio puede trabajar desde allá y a mi me deben una semana.

-¿De verdad harían eso por mi?