CLARA RODRÍGUEZ
-Clara, inclínate un poco más. Eso es, perfecto- dice Sofía.
Unos segundos después de que Julio me bese siento el clic de la cámara de fotos capturando el momento. Hoy es veinticinco de mayo y cumplimos nueve meses juntos, como de costumbre nos hemos sacado la foto para agregarla a nuestro álbum y ha quedado muy linda.
Hemos salido a pasear un poco por Madrid y mi amiga nos acompaña ya que en dos días tiene que volver a Australia, quería seguir conociendo la ciudad por lo que le ofrecimos venir con nosotros.
No sé cómo lo hacen pero me convencen para entrar a un parque de atracciones y sonrío al recordar el de Miami cuando Julio y yo fuimos al autocine. Han pasado tantas cosas desde aquel día.
-Ven, vamos- mi amiga me toma de la mano y me guía entre la gente.
Julio nos sigue y cuando Sofía por fin para de caminar puedo ver una pista de autitos chocadores.
-Ni lo sueñes- le digo adivinando sus intenciones.
-Por favor- une sus manos como si me estuviera rogando- por favor, por favor. Solo una vez. Será divertido.
Suspiro y Julio se ríe.
-Julio, ¿qué dices?- le pregunta Sofía.
-Por mi no hay problema.
Lo fulmino con la mirada y cuando termino aceptando mi amiga me da un beso en la mejilla.
-Si vuelves a hacer eso no voy.
-Está bien- se separa de mi y no dice nada más hasta que conseguimos un auto para cada uno.
-¿Lista para perder amor?- me pregunta Julio en el oído.
-¿Y tú?- le sonrío y levanto las cejas.
-La Clara competitiva acaba de despertarse- bromea.
Me rio.
-¡Hagámoslo!
-¡Sí! Esa es mi amiga- Sofía choca los puños conmigo.
Nos acomodamos y tengo que esquivar a varios niños que por lo que veo están jugando una carrera entre ellos. Esto va a ser divertido.
Siento el impacto de algo chocando contra mí desde la parte trasera y cuando me doy vuelta veo a mi novio guiñándome un ojo.
-Lo siento preciosa.
Me muerdo el labio inferior y cuando se da vuelta lo choco como él hizo conmigo, paso por su lado y esta vez soy yo quien le guiña un ojo.
-Lo siento precioso- me burlo.
Siento su risa cuando lo dejo atrás y busco con la mirada a mi amiga, no tardo en divisarla tratando de esconderse inútilmente detrás de uno de los autos de esos niños.
Voy hacia ella y me rio cuando se asusta al escuchar el ruido que provocó el choque de nuestros dos autitos.
-¿Alguna vez pensaste que con casi treinta años ibas a estar haciendo esto?- me pregunta.
-Nunca en la vida. Pero es divertido, ¿no crees?
-Sí.
No lo vemos venir y Julio nos choca a ambas, se ríe mientras se acomoda el pelo.
-¡Oye! ¡Esto no va a quedar así!
Comparto una mirada con mi amiga y sin necesidad de palabras ya sabemos que hacer.
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Lo increíble de ser nosotros
Romance¿Qué harías si el chico del que estuviste toda tu vida enamorada se vuelve a cruzar en tu camino? Clara es una editora de libros que se va de vacaciones con sus amigas pero lo que menos espera es encontrarse con el chico que, en su adolescencia, hiz...