Capítulo 60: Bienvenido al mundo

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CLARA RODRÍGUEZ

-Clara, inclínate un poco más. Eso es, perfecto- dice Sofía.

Unos segundos después de que Julio me bese siento el clic de la cámara de fotos capturando el momento. Hoy es veinticinco de mayo y cumplimos nueve meses juntos, como de costumbre nos hemos sacado la foto para agregarla a nuestro álbum y ha quedado muy linda.

Hemos salido a pasear un poco por Madrid y mi amiga nos acompaña ya que en dos días tiene que volver a Australia, quería seguir conociendo la ciudad por lo que le ofrecimos venir con nosotros.

No sé cómo lo hacen pero me convencen para entrar a un parque de atracciones y sonrío al recordar el de Miami cuando Julio y yo fuimos al autocine. Han pasado tantas cosas desde aquel día.

-Ven, vamos- mi amiga me toma de la mano y me guía entre la gente.

Julio nos sigue y cuando Sofía por fin para de caminar puedo ver una pista de autitos chocadores.

-Ni lo sueñes- le digo adivinando sus intenciones.

-Por favor- une sus manos como si me estuviera rogando- por favor, por favor. Solo una vez. Será divertido.

Suspiro y Julio se ríe.

-Julio, ¿qué dices?- le pregunta Sofía.

-Por mi no hay problema.

Lo fulmino con la mirada y cuando termino aceptando mi amiga me da un beso en la mejilla.

-Si vuelves a hacer eso no voy.

-Está bien- se separa de mi y no dice nada más hasta que conseguimos un auto para cada uno.

-¿Lista para perder amor?- me pregunta Julio en el oído.

-¿Y tú?- le sonrío y levanto las cejas.

-La Clara competitiva acaba de despertarse- bromea.

Me rio.

-¡Hagámoslo!

-¡Sí! Esa es mi amiga- Sofía choca los puños conmigo.

Nos acomodamos y tengo que esquivar a varios niños que por lo que veo están jugando una carrera entre ellos. Esto va a ser divertido.

Siento el impacto de algo chocando contra mí desde la parte trasera y cuando me doy vuelta veo a mi novio guiñándome un ojo.

-Lo siento preciosa.

Me muerdo el labio inferior y cuando se da vuelta lo choco como él hizo conmigo, paso por su lado y esta vez soy yo quien le guiña un ojo.

-Lo siento precioso- me burlo.

Siento su risa cuando lo dejo atrás y busco con la mirada a mi amiga, no tardo en divisarla tratando de esconderse inútilmente detrás de uno de los autos de esos niños.

Voy hacia ella y me rio cuando se asusta al escuchar el ruido que provocó el choque de nuestros dos autitos.

-¿Alguna vez pensaste que con casi treinta años ibas a estar haciendo esto?- me pregunta.

-Nunca en la vida. Pero es divertido, ¿no crees?

-Sí.

No lo vemos venir y Julio nos choca a ambas, se ríe mientras se acomoda el pelo.

-¡Oye! ¡Esto no va a quedar así!

Comparto una mirada con mi amiga y sin necesidad de palabras ya sabemos que hacer.

Lo increíble de ser nosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora