Capítulo 54: Cumpleaños feliz

6 1 2
                                    

CLARA RODRÍGUEZ

-¿Y este?

-Cariño, es muy grande, tiene que ser para recién nacido.

-¿De verdad existe ese talle? Dios, el mundo de los niños es peor de lo que imaginé.

Sonrío.

-Tú quisiste acompañarme, te lo recuerdo.

-Lo sé, lo siento. Seguiré buscando.

Estamos en una tienda de ropa para bebés porque faltan solo dos meses para que mi sobrino nazca y quiero regalarle algo a mi hermana.

Seguimos buscando un rato más hasta que encontramos un conjunto que nos gusta a los dos, vamos a pagarlo y luego recorremos algunas calles más.

-Mañana será la primera vez que cumples años desde que somos pareja.

-Lo sé, me estoy poniendo vieja. Veintiséis años ya.

-Y a los trece días seré yo el que los cumpla.

-Sí, soy más grande que tú por trece días así que tienes que hacer lo que yo te diga.

-¿Ah, sí?

-Sí.

-¿Y que me ordenas ahora mismo?

-Que me beses.

Abro un poco los labios para recibir los suyos y acunarlos entre los míos, la gente pasa a nuestro alrededor sin prestarnos mucha atención.

Lo miro a los ojos.

-Te amo.

-Yo también te amo.

-¿Puedo decirles algo jovencitos?

Me doy vuelta y veo a una señora de unos setenta años de la mano con un señor.

-Sí señora.

-Siento haberlos interrumpido pero cuando los vimos darse un beso y mirarse de esa manera tan bonita nos recordaron a cuando nosotros éramos jóvenes.

Julio y yo nos miramos y sonreímos.

-Solamente queríamos decirles que hoy en día las parejas ya no son como antes, la mayoría se han dejado manipular por la arrogancia que anda hoy en día suelta por la calle como si no fuera un peligro, pero nosotros nos vimos reflejados en ustedes, y mírennos, después de sesenta años juntos y cincuenta y seis de matrimonio seguimos haciendo lo que hacíamos antes, tomarnos de la mano, salir a dar un paseo, mirarnos y dedicarnos tiempo. Esa es la clave para un matrimonio duradero y sano, recuérdenlo siempre queridos. Las parejas que cruzamos a diario ni siquiera se miran y andan con la vista fija en esos aparatos que los hacen llamar celulares y creen que todo cabe ahí, los besos, las caricias, absolutamente todo. Y créanme, no es así, lo más importante y bonito de la vida se vive y se recuerda con dos cosas, con esto y con esto- señala su cabeza y su corazón- si siguen así tendrán una vida muy feliz juntos.

-Muchas gracias.

-Es muy bonito todo lo que nos dijo y tiene toda la razón del mundo señora, muchas gracias- Julio le sonríe.

-Que tengan un buen día- nos saluda el hombre.

-Gracias, igualmente.

-Que bonito, de verdad- dice mi novio cuando los vemos alejarse.

Suspiro.

-Sí, ¿crees que seremos así cuando lleguemos a viejos?

-Espero que sí.

Lo increíble de ser nosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora