Capítulo 59: La verdad

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CLARA RODRÍGUEZ

Decirle a Julio fue un gran alivio porque era lo único en lo que podía pensar últimamente. Los primeros tres días no me preocupé porque sabía que era bastante normal ya que las fechas cambian con facilidad.

Acabo de salir del trabajo y me dirijo hacia el consultorio de la ginecóloga. Los nervios aumentan cada segundo y me obligo a respirar hondo para calmarme.

-Clara Rodríguez- dice la secretaría a las seis y cinco.

Me levanto como un resorte al escuchar mi nombre y le agradezco cuando me deja pasar, luego cierra la puerta detrás de mi y me calmo un poco al ver a mi ginecóloga de confianza detrás de su escritorio firmando unos papeles.

Tiene su bata blanca puesta y una sonrisa ilumina su rostro pecoso cuando me ve, es una mujer adorable, tiene siete años más que yo.

-¡Clara! ¿Cómo te va?

-Bien, gracias.

Me siento en la silla y dejo mi bolso en el piso.

-Me alegro- guarda los papeles que estaba firmando en un cajón y saca mi historial ginecológico.

Lo revisa y juego con mis anillos durante esos minutos hasta que por fin vuelve a mirarme.

-Veo que llevas controlándote siempre que es debido, muy bien.

Le sonrío.

-Bueno, la salud es lo primero así que aquí me tendrás siempre que haga falta.

-Pocas de mis pacientes dicen eso, créeme.

Me rio.

-Doctora, hay algo que quiero decirle. Tengo un retraso de siete días.

Ella vuelve a mirar mi historial ginecológico y cuando va pasando las hojas habla.

-Veo que te paso lo mismo tres veces en la adolescencia.

-Sí, aunque nunca tantos días.

-No es algo para preocuparse, ya debes saber que hay varias causantes, no siempre significa que estés embarazada.

-Sí, lo sé.

-Bueno, todas las veces que te controlaste se vio que tu sistema reproductor es muy sano así que si quieres empezamos con la ecografía para sacarte la duda.

Suspiro.

-Si eso es posible me encantaría.

-Claro, ven.

Pasamos a una sala que tiene separada por una puerta de su consultorio.

Me subo a la camilla.

-Respira, te veo muy tensa.

Intento hacer lo que me dice y cierro los ojos, los abro cuando escucho a la doctora decir mi nombre.

-Mira al monitor- me dice.

Lentamente giro la cabeza y siento que voy a morir de los nervios si no lo sé ya. Suspiro del alivio cuando no veo nada.

Ella sonríe.

-No estás embarazada. Fue una falsa alarma. Ahora hay que ver qué es lo que te está retrasando el periodo, puede ser estrés, cambios en la alimentación, pastillas anticonceptivas o varias cosas más. Aún así te recomiendo que te hagas un test de embarazo porque si estuvieras embarazada de unas pocas semanas no es posible verlo de esta manera, ¿sí?

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