Dylan

—Esas materias son faciles pero si se te hace complicado, podria ayudarte

—Te lo agradecia bastante, Isadora

Isadora y yo hemos estado hablando mucho estos ultimos dias, intente sacarle información acerca de Adam, de por que terminaron y todas esas cosas, pero al tocar ese tema solo se cierra y lo cambia rapidamente, no quiero ser un intenso asi que no la presione mas.

Estamos en uno de los descansos de la universidad, Tony esta con nosotros y no ha hablado tanto durante todo el día, su cuerpo presente pero su mente ausente, el lleva una camisa que le cubre todo el cuello.

—Tony ¿Pasa algo? —le pregunto—

—Nada

—¿Seguro?

—Estoy bien, solo pensando un poco, los veo en clases —el se levanta dejandome a solas con Isadora—

—Algo le pasa —asegura ella— por lo visto no quiere hablar de eso

—Si, ya me lo contara cuando quiere

Isadora me mira, y nuestras miradas se cruzan, no me cansare de decir que es una chica muy bonita, tan calida y tan empatica con los demas, me atrevo a decir que es la que mas me pareció atractivo de la universidad, ya que con el paso de los dias lo poco que interactúe con otros, no son tan considerados que digamos, si, hay otras chicas lindas también, pero el tipo de personalidad que tiene no es que me atraen tanto.

—¿Que pasa? —me observa juguetona—

—Oh, nada —desvio mi mirada rapidamente—

Siento una mano tocar la mia.

—¿Te andas sintiendo bien, Dylan?

—Si si, todo esta bien —miro nuestras manos entrelazarse y la miro a ella directo a los ojos—

¿Que tiene la gente con agarrarme de la mano y cortar mi respiración?

—De acuerdo, debemos volver a clases

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Al terminar nuestro horario completo, ya podes regresar nuevamente a nuestras casas, no he sabido nada de Adam desde que me confeso indirectamente que me salvo, lo quize llamar, escribir, pero no quiero parecer un desesperado, capaz esta tarde lo contacte para devolverle su campera.

—Ya tienes dos excusas para hablarme despues —lo escucho reirse—

Lo que me dijo aquel dia despues de irse, llega a mi mente.

Y si, tengo dos excusas para hablarle nuevamente, uno: darle las gracias y dos: devolverle la campera.

Me apresuro llegar a mi apartamento para poder contactarlo, llendone en un taxi que estaba cerca de la universidad.

Mientras voy llegando a la calle de mi apartamento, observo como un señor con traje esta enfrente de un camión que atras tiene envuelto algo.

Entonces caigo en cuenta.

Reviso rápidamente mi celular teniendo dos llamadas perdidas de la empresa.

Oh, que verguenza.

Pago al taxi y rápidamente me acerco al señor.

—Hola, disculpe por no atender y dejarlo esperando

—No te preocupes, ¿Dylan Rodríguez? ¿No?

—Exacto

—Necesito que firmes estos papeles, ya mismo te bajamos el vehículo

Emocionado como un niño que le acaban de comprar un juegue, firmo cada uno de los papeles, leyendo detenidamente cada parte, como mi madre siempre me habria enseñado: No firmes nada, sin antes leerlo e interpretarlo correctamente, termino de firma todo y le paso la planilla al señor.

IMPREDECIBLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora