Dylan

Los dias han sido apagados.

Siento un vacio en mi.

Las preguntas haciendose presente en la noche impidiendome dormir.

Isadora ha venido a mi apartamento para apoyarme ya le conté todo lo que pasó, pero dejando atras mi tristeza.

Tony no responde, lo cual me alarma un poco el siempre fue activo en las redes sociales casi nunca suelta su celular.

Tal vez la estara pasando bien con su familia aprovechandolos al maximo, es todo.

—¿Quieres salir por helado?

—No lo se

—Dylan, se que esto te afecta pero el claramente no te merece, es un chico que no sabe lo que quiere te mereces mas

—Pero no lo entiendo, ¿Por que me mintio? ¿Por que fingio todo este tiempo?

—Asi es el, se que tenias otra percepcion de el pero no es asi, no es el chico que creias que era

Y tiene razon, la rubia a mi lado tiene toda la razon, idealize a Moises viendolo como una buena persona a pesar de sus malas actitudes que tenia aveces.

Pero ya fue.

Isadora me mira —Dejalo ir, ya hiciste esto con Adam, ahora hazlo con Moises.

Adam.

Moises.

Los hombres en mi vida no son normales, aún no olvido a Adam, pero ya no le mando mensajes como antes preguntando si todo esta bien, lo deje ir, pero eso no quiere decir que lo haya olvidado.

—Si, tienes razon, lo dejare ir

—¡Eso es! —Isadora aplaude—

—Salgamos, no quiero estar aqui encerrado

Ambos salimos de mi apartamento a despejar un poco mi mente, ya no quiero pensar mas.

—¿Plan para hoy? —le pregunto—

Su rostro se ilumina.

—Asi se habla, ¿Te parece si vamos a alguna montaña en nuestras cuatrimotos?

—No se diga mas

Nos dirigimos a un lado del edificio, montandonos en nuestros vehículos y encendiendolos, dejo que Isadora me guie ya que ella conoce mas lugares que yo en esta ciudad.

Aceleramos lo mas rápido que podemos, el viento golpeando nuestras caras, adelantamos a algunos coches y sin querer pasamos semáforos en rojo.

Solia tenerle miedo a la velocidad despues de mi accidente pero eso ya desaparecio y todo gracias a Isadora, quien me ayudo a superar mis miedos.

Cuando la vi por primera vez, nunca pense que volveria una persona importante en mi vida.

Supongo que la vida tiende a ponernos a personas increibles en nuestro camino de manera impredecible.

Los minutos pasaron y seguiamos por la carretera cuando giramos hacia el lado izquiedo adentrandonos a un camino de tierra donde a pocos metros se ve una gran montaña.

—¡¿Listo?! —me pregunta Isadora—

—¡Totalmente!

Ambos empezamos a acelerar con todo lo que tenemos para subir por la montaña con nuestros pequeños vehiculos, el camino sin duda no es el mejor, pero eso solo lo hace mas divertido y aventurero.

Isadora va acelerando pasandome y alejandose un poco de mi, cuando pierde el control de su manejo y se vuelva con la cuatrimoto a un lado.

Dios.

IMPREDECIBLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora