Dylan

Me despierto y veo todo oscuro, mi habitación esta a oscuras, miro atraves de mi ventana y aun es de noche.

¿Que hora es?

Prendo mi celular que esta alado mio mirando la hora.

04:00 AM

Casualmente esa fue la hora en la que me accidente y Patrick se accidento.

Patrick.

Las preguntas no me han estado dejando dormir con tranquilidad ¿Que tiene que ver Patrick y mi padre en todo esto?

Mi celular vibra en la mesita de noche, es una llamada, me inclino para ver quien llama a esta hora y mi corazon se acelera al ver su nombre.

Tony.

Rápidamente agarro mi celular descolgando la llamada.

—¿Tony? —hablo apresuradamente—

—Dylan, que bueno que contestas, estoy en la comisaria cercana de la ciudad, ven por mi por favor

—Ahi estaré

Cuelgo e inmediatamente me levanto de la cama enciendendo las luces de mi habitación, me pongo lo primero que encuentro en mi closet y rápidamente bajo hasta mi cuatrimoto para encenderlo y acelerar.

Siento un gran alivio al oir que Tony fue encontrado pero no estare en paz hasta verlo con mis propios ojos y asegurarme que esté totalmente bien.

Unos minutos mas y me estaciono enfrente de la comisaria sin importarme si estacione mal o bien.

Bajo rapidamente entrando por las puertas caminando por un pasillo llegando hasta el final cuando lo veo.

Tony, el esta con una remera sucia y con algunos arranques, sus pantalones estan con manchas y sus zapatos cubiertos de tierra.

Un policia me mira y habla:

—Buenas noches, lo encontramos hace una hora, esta en buen estado, no sufrio ningun tipo de lesion ni nada por el estilo

—Gracias, de verdad gracias

El policia me da una sonrisa de boca cerrada y vuelvo a mirar a mi amigo.

El alza su mirada mirandome con alivio para luego levantarse de su asiento y envolverme en un fuerte abrazo.

—Dylan, pense que me iban a matar

—Tranquilo, ya estas a salvo —le susurro en su oido—

Nos despegamos y el policia comienza a decirme el informe acerca de lo que paso y como lo encontraron al parecer el estaba caminando por una carretera y una patrullera lo vio.

Después de largos minutos hablando con el policia y que le hagan preguntas a Tony, volvemos a mi apartamento.

—Sientate —le ofrezco la sala— ¿Que quieres desayunar?

—No tengo hambre

Lo miro, su expresion aun sigue vacia, es entendible, apesar de que no lo torturaron ni nada por el estilo debio haber pasado por estres cuando lo mantuvieron encerrado en un sotano.

El prende la televisión mirando un programa.

—Mis padres ya estan viniendo —me informa— no tienes que preocuparte

—Tony, me diste un buen susto —le bromeo—

El sonríe ligeramente.

No se por que, pero siento la necesidad de decirlo.

IMPREDECIBLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora