Patrick

Me miro al espejo observando el traje que llevo puesto, un traje negro con corbata del mismo color.

Esto de hacer negocios es elegante.

Por respeto y seriedad a las cosas debemos vestirnos elegantes para tener nuestras reuniones, lo cual es entendible ya que los negocios son serios, y mas este tipo de negocios.

Termino de mirarme al espejo despues de comprobar que estoy presentable y me dirijo a mi deportivo para ir hasta la diréccion que conozco tan bien.

No tardo en llegar, ya que la carretera de esta zona es poco transitada y con el tipo de vehículo que tengo es mas facil todo.

Bajo de mi coche y camino hasta el edificio, le doy mi identidad al recepcionista para que me acceso al ascensor.

Subiendo y subiendo a cada piso finalmente llegó al último donde queda la sala de reuniones.

Camino hasta una gran mesa donde hay como cuatro personas, aún faltan un poco mas, todos me observan, asintiendo como saludo.

Me siento a un lado y la cabecera aún esta vacia, falta el otro jefe.

Los minutos pasan y finalmente llega, el camina con seguridad, con un traje gris oscuro y una camisa blanca adornada con una corbata negra.

Todos nos paramos por respeto el hace un gesto con su mano saludandonos y para indicarnos que nos sentemos nuevamente.

—Buenas tardes muchachos —el se sienta— la razon por las que les convoque en esta reunión fue por que vamos a iniciar una nueva venta, como bien ustedes saben nuestra ventas de cocainas y marihuanas han tenido exitoso, pero como somos numerosos en esta "empresa" entonces he decidido agregarlos algo mas

—¿Cual seria ese algo mas, señor Moisés? —pregunta un integrante de nuestro grupo—

—Fentalino

Todos nos miramos entre todos, asi que decido hablar:

—Moises —le llamo directamente por su nombre no hay necesidad de decirle señor— conseguir fentalino tiene cierto nivel de dificultad, y lo unico que se es que solo hay gran cantidad en Polonia

—Exacto mi querido Patrick, y es por eso que vamos a enviar a algunos de ustedes para que inicien un viaje y puedan adquirir avionetas, ya hable con mis contactos y estan abriendo una pista clandestina cerca de un bosque al norte del pais

—¿A quienes enviaras?

—Tienen suerte de que estoy de buen humor asi que eligan ustedes ¿Quien quiere ir?

Tres personas alzan sus manos.

—Señor, yo podre ir sin problemas —se ofrece uno de ellos—

—Muy bien Sergio, los jets privados ya estan listos para que puedan irse con total seguridad, esta madrugada ya quiero que vayan con destino a Polonia

—Lo haremos señor

—Asi me gusta y los otros pueden encargarse de que nuestra venta de cocaina siga a flote, la marihuana esta demasiado bien como para controlarlo, pueden retirarse

Todos se levantan yendose por el ascensor, me quedo a solas con Moises.

—¿Estas seguro? —le pregunto—

—Lo estoy, hay que aumentar las ventas para que podamos alcanzar el maximo nivel de dinero, ya las cocainas corren riesgos de bajar su porcentaje de exito

—Lo se, me refiero a que hay riesgos de que nos pillen

—Siempre hay riesgos, Patrick, la vida se trata de riesgos y si vamos a cerrarnos por eso, jamas alcanzaremos el exito

IMPREDECIBLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora