C A P I T U L O T R E S
Dolor en el alma.
Jeff:
No se donde estoy tengo mi mente nublada por el alcohol estoy en una acera como un indigente y con uno al lado.
—Yo la amaba, no no no La amo deje todo por ella y sabe que la vi Sí, la vi con otro—Suspiro y bebo de la botella.
—Ya cállese y déjeme dormir—dice aquel indigente.
—Una vez ella me dijo así también, todo me recuerda a ella. —me levanto y camino por las frías y solicitarías calles de paris sin saber a donde ir.
Ha pasado tanto tiempo y Kler no sale de mi cabeza, todas las mañanas todos los días me recuerda a ella.
—¡Por Favor déjenme ir!—escucho gritar.
Esa voz, esa voz yo la conozco.
Y veo como tienen a una chica de cabello negro y piel blanca un tatuaje de serpiente en la pierna resalta. Unos hombres de aspecto desagradable tocan sus partes y la tienen en un callejón obscuro.
Es ella.
—¡Déjenla ir!—grito, los hombres hacen caso omiso y rompen su ropa sin importarles nada, yo Me les acerco y golpeo al primero fuertemente en el abdomen, los otros se enfurecen y la sueltan y empiezan a golpearme pero yo estoy enfurecido algo loco por el alcohol la adrenalina la siento en mis venas. Tenía tanto tiempo sin golpear a alguien y se siente tan bien soltar algo de estrés y furia. Miro mis manos y están todas ensangrentadas, aquellos hombres están en el suelo y ella está en el suelo con el todo el cabello regado en su rostro, escucho como llora y voy hacia ella quito el cabello de su cara y me mira.
Unos ojos, esa mirada tan hermosa.
—Jeff...—susurra. La levantó y sus piernas tambalean de los nervios, hay unas bancas cerca la cargo y la llevo allí. Me quito mi camisa y se la pongo ya que está medio desnuda.
—Gracias.—es lo único que me dice y me abraza. Nunca la había visto tan vulnerable, tan rota.
—Ya estás a salvo estás conmigo.
Ella no para de llorar y está temblando.
—Es tarde, ¿Quieres ir a mi casa? Esta haciendo mucho frío.
Asiente sin más.
Afortunadamente pasa un taxi y le hago señas para que me lleve, la meto en el auto y ella no se quiere despegar de mi, todo el tiempo estuvo a mi lado como una niña pequeña aferrada a su oso de peluche. Está asustada.
Llegamos a mi apartamento y subo la escalera con ella en mis brazos.
Nos adentramos al apartamento y la llevo a mi habitación ya que es la única que tiene cama por ahora.
La acuesto y sin más intento salir de mi habitación, dormiré en el sofá. Pero ella me agarra de la mano.
—Por favor...quédate conmigo.
Sabia que era incorrecto esto, estar acostado con una mujer desnuda, ebrio, y casado...
Sabia que era un error.
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Mía
Teen Fiction¿Que se siente estar Casada A los 15? Estar Contra la espada y la pared, para tomar una decisión. Conocer a una persona que tiene diversas emociones...Emociones, que yo tengo que descubrir. Y sobre llevarlas. Misterios y mentiras, Dolor y sufrim...