RAMÉ [Boys Love]

「 Chapter 02 」

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—Mi todo perfecto y raro Ming, ¿¡por qué mierda llamas un martes a las 07H00 a tu bonito mejor amigo para que venga a tu departamento pudiendo tú ir al suyo!? ¡Queda a cinco pasos de tu puerta!

Un pequeño y de pálida piel se ubicó en el suelo junto a su amigo que estaba con la mirada perdida sobre su colección de historias bl que estaba esparcida por todo el piso de la habitación, el castaño miró a su amigo y fingió llorar.

—Yang YooBin, amigo del alma, sangre de mi sangre, creo que estoy un poco idiota.

—¿Un poco? Pft... Eres el mayor idiota que he conocido y mira que a lo largo de mi vida he visto a muchos de ellos.

—Binie~ No me digas eso —recostó su cabeza sobre el muslo de su amigo y este por inercia acarició su cabello con cuidado—. En serio me siento en un aprieto esta vez.

—Bien, bien, ¿qué pasó esta vez? ¿Mataron al protagonista de tu novela?, ¿se suicidó alguno de los dos?, ¿algún otro top le fue infiel a su bottom? Dime, pequeño, aquí está tu bonito amigo para consolarte.

MinGi se levantó en un solo movimiento y se cruzó tanto de piernas como de brazos, ligeramente indignado por lo que su mejor amigo decía.

—¿Crees que mi vida solo se resume a historias bl...? Bueno, si lo digo así es muy cierto...

—¿Qué más podría ser, Ming? Tu vida es: Casa, universidad; universidad, casa. Si vas a otro lado es porque yo te obligo, sin mí ya te hubieses convertido en un viejo decrépito que solo come, caga y lee.

—Pero si pareciese que yo te invité a mi casa para que me dijeses mis verdades más que para ayudarme.

El pálido chico de piel tersa dio vuelta a sus ojos irritado por su amigo que no iba al punto de la situación que ocurrió para que le haya llamado tan pronto en la mañana para hablar. Se arrastró por el piso buscando la despensa secreta que su mejor amigo tenía para momentos importantes en los que debía leer alguna saga o secuelas de historias bl y la hurtó.

—Bueno, voy al punto. Me gusta alguien. —Confesó como si fuese el peor pecado que un ser humano pudiese cometer en el mundo, algo que ni el peor psicópata de una historia bl hubiese cometido. Vio cómo su amigo no tenía nada que decir y solo esperaba que continuase mientras veía la funda de snack en sus manos—. Por el universo, por lo menos sorpréndete un poco.

—No es la primera vez que te gusta alguien, no hay nada porque sorprenderme. —Metió una botana en su boca y habló con esta en ella, todavía sin fijar su vista en su amigo—. ¿Y? ¿Cómo te rechazaron esta vez?

—Ese es el problema... no me rechazaron...

—Ah, ¿te ignoraron? Pft, debí estar ahí para verlo —carcajeó unos segundos antes de escuchar lo siguiente que el castaño tuvo para decirle.

—No, dijo que también le gusto...

El sepulcral silencio entre ambos hombres era digno de ser utilizado en un funeral o velorio, bastante curioso para dos tipos que cada que se encontraban hablaban de estupideces.

—¿Qué?

—Que también le gusto...

—¿Quién?

—Yo.

—¿A quién?

—Al tipo al que me confesé.

—¿Por qué?

—Yo también me lo pregunto... —rascó los cabellos de su nuca—. Yo diría que es una broma, pero no es la clase de persona que haría ese tipo de bromas, así que no sé qué pensar o decir.