RAMÉ [Boys Love]

「 Chapter 24 」

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—¡Al fin! ¡Se terminó la tortura!

MinGi se acostó sobre el mueble de su sala de estar después de cerrar con emoción la pantalla del portátil confirmando que sus puntajes eran aptos para comenzar la siguiente mitad del semestre en los próximos días.

Esa semana de exámenes había sido muy caótica para los estudiantes en general, MinGi junto a sus compañeros tuvieron bastantes dificultades con respecto a entregas de pedidos y presentaciones de los trabajos, eso supuso un estrés extra en Park por lo que estar libre en ese momento era lo mejor.

«Esto es lo mejor, poder disfrutar de los pocos días que la universidad dá de libertad después de los exámenes es una gloria. Puedo relajarme, leer mis historias con calma y ver series sin ninguna preocupación».

MinGi soltó un suspiro de alivio y miró con calma el techo de su departamento, no pasó mucho tiempo para que su mente comenzase a divagar.

«Uhm... Ahora que pienso... Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que tuve una plática conmigo mismo, ¿un par de meses posiblemente? Ohm... ¿Por qué será? Las opciones son infinitas... Me gustaría que esto signifique que, mágicamente, me curé de mi miedo al amor y ya no necesito comunicarle a mi corazón ni cerebro todo lo que aqueja a mi vida...»

—Pft...

Enseguida lanzó varias carcajadas al aire y sostuvo su estómago como si lo que pensó era el chiste más gracioso que pudo haber escuchado en mucho tiempo.

—Claro... Porque las personas se curan de sus traumas con el tiempo sin ningún tipo de ayuda ni consejos... —suspiró una vez su fingida risa se calmó—. Que estúpido que soy...

«¿Será este otro día donde me genero malestar por como soy...? Ha pasado bastante tiempo desde la última vez en que lo hice. Creo que la última vez fue cuando entré a la universidad... Claro, en ese tiempo todavía me hacía ilusión que me sucediera algo bonito o romántico como a los personajes de las historias bl que leo... Uhm... ¿Qué edad tenía en ese entonces? No recuerdo, pero ya estaba grande como para no aceptar mi realidad...»

De pronto, su mascota se asomó haciendo un poco de ruido y sacó de la cabeza de su dueño el montón de pensamientos innecesarios que tenía.

—Mi lindo Leo~

Estiró sus brazos con pereza hacia el minino y este con parsimonia se acercó a él para dejarse abrazar.

—Ya lo recordé, después de encontrarme con Leo dejé de tener la clase de pensamientos en los que lo que gobernaba era mis ganas de desaparecer de este mundo.

—Miau~

—Lo sé, lo sé. Rey Leonardo Claudio da Michi no podría soportar quedarse solo en este mundo si su tonto dueño desaparece —el gato estiró sus mullidas patas hacia los labios de MinGi lo que provocó pequeñas risas en él—. Encontrarte fue lo mejor que me pasó... Contigo me sentí necesitado y querido, mi pequeño hijo gatuno.

—Miau~

—Te parece estúpido, ¿no? Que tu dueño en ese tiempo haya querido desaparecer del mundo solo por un minúsculo problema... ¿Quién en su sano juicio piensa en eso solo porque le dificulta amar? Sé que con el tiempo eso también afectó el trato que le daba a mi familia por serme incapaz de decirles que... Bueno, lo que siento por ellos.

—Miau~

—... Cierto, esto de afectar mi percepción hacia el cariño que siento por mi familia... mis historias y... a ti... comenzó cuando conocí a hyung, ¿no? Uhm... ¿Hyung es una mala influencia para mí? En realidad, no creo que sea así, él siempre me ayuda, me escucha y pasa tiempo conmigo... Es una gran persona... Pero es cierto que desde hace tiempo las cosas conmigo son un poco complejas...