RAMÉ [Boys Love]

「 Chapter 10 」

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—Yang YooBin, no vas a lograr nada escondiéndote de JiChul por siempre, ¿sí? Toda la mañana has estado pegado a mi trasero.

—Y tienes uno muy bonito —su diestra golpeó el glúteo de su amigo y este gimió del susto—. Pero eso no es importante, si ese tipo me ve siento que voy a llorar, déjame ser.

—Pervertido.

De esa manera el par de chicos caminaron por el campus universitario en dirección a la biblioteca central esperando con todas sus fuerzas no encontrarse con sujetos indeseables, aunque MinGi sí quería ver a Jeon Hyun para saber si este estaba vivo después de la reunión que habían tenido, él, todo el día anterior, no había contestado sus mensajes, ni siquiera los marcaba como visto y lo tenía preocupado, no quería ser un asesino tan joven.

Así que de esa forma sospechosa en la que comenzaron a caminar siguieron para llegar hasta dicho lugar que los esperaba con la fe y bendición de todos los dioses y demonios a su favor... Pero no contaban con el hecho de estar viviendo un romance estúpido, por lo que, obviamente, debían encontrarse con los otros.

—Yang YooBin.

La voz menos deseada por ellos se escuchó acercarse y el dueño del nombre se espantó y paralizó, MinGi, por su parte, se dio vuelta para mirarlo y darse cuenta de que no estaba solo aquel sujeto, señaló con emoción al acompañante del azabache y, segundos después, lo vio correr en dirección opuesta.

—¡Espera, Hyun hyung! ¡Ven acá!

Sin recordar a la garrapata pegada a su espalda, echó a correr tras su mayor dejando a los otros dos ahí, uno detrás del otro con el ambiente incómodo en su totalidad.

—Yang YooBin —espetó con paciencia, esperando que este se de vuelta y lo mire al rostro.

—¿... Huh?

—Date vuelta.

—Ah... N-No, así...

—Buah —suspiró frustrado y caminó él hasta el frente del menor esta vez sí pudiendo ver su rostro—. No tengo afición por hablar con tu trasero.

«Pero sí con cogerlo, hijo de perra sexy». —su cabeza pensó y asintió desviando la mirada mientras tronaba sus dedos.

—¿Estás nervioso?

—¿Huh? —Yang lo miró con sorpresa—. No... ¿p-por qué lo estaría...?

—Tus manos, estás jugando mucho con ellas.

YooBin las miró y con rapidez las separó poniéndolas a los costados de su cuerpo—. No hago eso cuando estoy nervioso... En fin, ¿qué quieres?, tengo que ir con Ming a...

Pero al darse cuenta de su alrededor pudo notar que su mejor amigo había desaparecido de la faz de la tierra, ¿cómo era eso posible?, si hasta hace dos minutos estaba con él. JiChul suspiró y buscó en el interior de su mochila una funda que la sacó y entregó al otro.

—¿Qué es eso?

—Tu ropa y pertenencias.

—...

—Las olvidaste el sábado que dormiste en mi casa.

Para el pobre YooBin esa situación era lo peor que podría pasarle, sentía que las personas de los alrededores también escuchaban lo que hablaban ellos dos y su pálida cara comenzaba a calentarse de a poco.

—A-Ah... Gracias... —tomó el paquete en sus manos.

—Mm...

Ambos seguían uno frente al otro sin nada más que decirse, o eso creía uno de ellos—. YooBin, con respecto a lo que pasó esa noche...