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Había pensado muchas cosas durante mi vida, pero jamás en mi siendo reina, siempre creí que era una responsabilidad muy grande y que no servía para nada más que dar órdenes y revolcarte en dinero y un buen vino, mientras que las personas con menos suerte sufrían por que les faltaba lo que a un rey le sobraba, pero luego de mi conversación con Poppy, me di cuenta que ser rey o reina es mucho más que eso, el reino recibe lo que el rey decida darle, no lo que merecen, todo depende de las decisiones de él, si yo fuera reina le podría darles el bienestar económico y la salud que merecen.
Sabía que sería difícil y casi imposible que yo en algún punto llegue al trono de hierro, nadie del consejo permitiría que una mujer sea reina, la mayoría del pueblo me quería como reina, había conquistado las ciudades libres, ni el mismísimo Aegon siendo un hombre pudo lograrlo, tenía 4 dragones, tenia sangre Valyria corriendo por mis venas, nada ni nadie podía impedirme llegar al trono de hierro.
Estuve pensando en todas las formas en las que podía llegar al trono de hierro, sabía que luego de mi tío seguía Rhaenyra al ser su heredera y luego de ella Jacaerys, no quería lastimar a nadie, pero si era necesario lo haría, no quería reinar una ciudad de escombros ni cenizas, pero no tenía otra forma, Jacaerys ya está casado y tardaría mucho en reinar ya que Rhaenyra contaba con una salud buena y estable, yo quería el trono de hierro y haría lo que fuera por tenerlo.
Mientras iba pensando en todas esas cosas, se me ocurrió una idea, sería difícil, pero no imposible, tenia otra en mente en caso de que la primera no funcionará, pero si todo salía bien, ambos planes se unirían y todo funcionaria, reinaría con las personas que amo.
Con esos pensamientos me acerque su habitación, pensaba en que y como decirle, no sabia como se lo podía tomar, cuando llegue a su habitación golpee la puerta, segundos después abrió.
−Daenys? ¿qué haces acá? −pregunto confuso, medite unos segundos en que le iba a decir.
−puedo pasar? Es algo privado−el asintió y se movió dejándome espacio para pasar, espere a que cerrara la puerta para decirle.
−y bien? ¿Qué necesitas? −preguntó con una sonrisa confusa, lo mire alzando una ceja−no es que no te quiera aquí, pero...me sorprende
−hazme reina−solté sin rodeos, su cara expresaba sorpresa y confusión, no se esperaba eso−si tanto me amas, hazme reina, tu reina Jace.