°[𝑨𝒆𝒕𝒆𝒓𝒏𝒖𝒎]°

Cap.𝟑𝟔

-lo siento.....

Esas simples palabras mezclaron millones de sentimientos, no sabía con certeza el porqué se disculpaba, pero realmente se veía arrepentido, mire a Aemma que se encontraba dormida en mis brazos, el saber que ella era hija de él me alegraba, pero por otra parte me entristecía.

-No se si pueda Aemond-murmuré acariciando a Aemma, me daba paz.

-Se que lo que hice fue imperdonable y que no merezco tu perdón, pero piensa en Aemma, ella es mi hija...nuestra, merece tener una familia-dijo Aemond acercándose un más, sentí su fría mano sobre la mía y me digne a mirarlo.

-No uses a Aemma como excusa, nadie sabe todo lo que hiciste en estos meses en el lecho de pulgas, ¿como quieres que te perdone?

-por favor Daenys, no me alejes de ti y mi hija-pequeñas lágrimas se formaban en sus ojos.

-¿te acostaste con alguna puta en estos 6 meses?-pregunté con la voz apunto de quebrarse, el solo se quedó en silencio-RESPONDE LA MALDITA PREGUNTA AEMOND!!

-SI LO HICE, ¿ESO QUERÍAS SABER? PUES YA TIENES TU RESPUESTA-respondió Aemond y con eso todo rastro de sentimientos por el de esfumaron.

-no te quiero ver cerca mío ni de mi hija, desde este momento no tienes permitido acercarte a ella-sabía que estaba siendo drástica al ver su cara, pero él tenía toda la culpa.

-no puedes hacerme esto, ella es mi hija también, tengo el derecho de estar con ella-contesto Aemond, se notaba exasperado y derrotado.

-¡¡perdiste ese derecho al revolcarte con cuánta puta se te cruzo por el frente!!-replique en su contra, no daría mi brazo a torcer-y no te preocupes por quien será su figura paterna, para eso están los chicos.

Ese comentario terminó por desatar su ira, se acercó a cada mueble que podía y comenzó a tirar y quebrar las cosas, el llanto de Aemma me alertó, no sabía cómo calmarla, Aemond seguía tirando las cosas y eso la asustaba aún más.

Pronto la puerta fue abierta y el primero en pasar fue mi padre y detrás de él los chicos, mi padre se encargó de Aemond mientras los chicos se acercaban a mi, yo seguía intentando calmar a Aemma pero nada funcionaba, me estaba comenzando a frustrar y los chicos lo notaron.

-déjame cargarla, tal vez eso ayude-ofreció Jace, lo dude un momento pero cedí, deposite a Aemma en sus brazos delicadamente.

El comenzó a mecerla y notamos que de a poco el llanto se iba escuchando menos hasta que todo quedó en silencio...Aemma se había quedado dormida en los brazos de Jace.

-parece que la pequeña dragona ya tiene a su tío favorito-comento Aegon con gracia sacándonos una pequeña risa a todos.

No me había dado cuenta de que ni Aemond ni mi padre se encontraban en la habitación, sinceramente era mejor que no estuvieran, no quería que arruinaran el momento que estábamos teniendo los cuatro o mejor dicho cinco.

Las caricias que Luke me estaban dando me tentaban a cerrar los ojos y no pude evitarlo, todo el cansancio golpeó mi cuerpo y me deje llevar por sus caricias, sin percatarme de las tres miradas de ternura que me otorgaban los chicos.

Narra Aegon*

Veía como Daenys cerraba sus ojos y se quedaba dormida, sabía todo el cansancio que tenía, Jace dejo a la pequeña Aemma en su cuna la cual se encontraba al lado de su madre, desearía que esa niña fuera mi hija.

-Ire a hablar con Aemond, ¿alguien me acompaña?-pregunto Jace, tenía una furia inmensa contra mi hermano.

-yo te acompaño...¿Aegon?-contesto Luke, los miré y ambos esperaban mi respuesta.

-tengo muchas ganas de golpearlo, andando-y con eso salí de la habitación con los chicos a mis espaldas.

Un guardia nos indicó donde habían ido mi hermano y Daemon, entramos sin golpear y lo primero que vimos fue a Aemond sentado en un sofá y Daemon sirviéndose una copa de vino, no lo pensé mucho y me acerqué a Aemond propinándole un golpe el cual lo botó del sofá, trato de devolverme el golpe pero Daemon lo detuvo.

-jamás en tu vida vuelvas a acercarte a ella Aemond, te lo advierto-la ira fluía por mis venas con tan solo verlo.

-tu no eres quien para decidir eso hermano, que no se te olvide que ella sigue siendo mi esposa y madre de mi hija-contesto con una sonrisa cínica, trate de acercarme nuevamente pero los chicos lo impidieron.

-cuida tus palabras muchacho, soy capas de matarte ahora por el simple hecho de hacerla llorar-murmuro Daemon cerca de mi hermano, a pesar de todo, mi hermano igual le tenía miedo a Daemon ¿y quien no?

-Daenys se durmió y dejamos a Aemma durmiendo en su cuna, sería bueno que le informaran a los guardias que nadie las moleste, merecen descansar-todos nos giramos al oír a Luke, Daemon asintió, el pequeño Luke era el más sensato entre todos.

-buena idea Luke, bien, dejemos a Aemond solo y que reflexione en todo lo que hizo-dijo Daemon con gracia, Aemond parecía un pequeño niño siendo castigado, el lo odiaba.

Todos salimos de la habitación pero Daemon nos detuvo antes de que ñor dispersáramos por el castillo.

-agradezco todo lo que hicieron y hacen por mi hija, ella ahora más que nunca los necesitará, ser madre no es fácil y sabemos que ella es tan terca que no dejará que Aemond se acerque a mi nieta por lo cual hará todo el trabajo sola, así que les pido que no se separen de ella y la ayuden en lo que las puedan, por todo el amor que ella les tiene y ustedes a ella, cuídenla con su vida.

-siempre la cuidare Daemon, aun que ella no lo necesite, siempre estaré ahí para ella-contesto Jace, se mostraba totalmente serio.

-tu sabes que siempre estaré para ella Daemon, aun que no te guste, ella siempre será mi prioridad-dije sinceramente, a él no le gustaba mucho mi cercanía con ella.

-siempre estaré para ella, ella está por sobre todos los demás, moriría por ella si es de ser necesario-y con eso Daemon nos dio un asentimiento y se marchó, dejándonos en el pasillo.

Cada uno tomó su camino y se marchó, por mi parte fui a su habitación, aun dormían, se veía tan relajada, el saber que la discusión puede haber sido mi culpa me destruía, pero aún así no me podía alejar de ella, era imposible, éramos como imanes, por más que nos separen, en algún punto nos juntaremos nuevamente, es inevitable.

-te amo Daenys Targaryen y siempre lo haré.