°[𝑨𝒆𝒕𝒆𝒓𝒏𝒖𝒎]°

Cap.41

"Daenys, yo y tu padre te esperaremos en la isla abandonada donde te llevaba cuando pequeña, se que el viaje desde Runestone hasta la isla es de 1 día así que desde que te llegue la carta tienes hasta 2 días después para llegar, trataremos de llegar a un acuerdo que sea conveniente para las dos y así evitar una guerra.-termine de leer la carta que había sido enviada por Rhaenyra, con los chicos estábamos reunidos en un salón cuando había llegado.

-¿Crees que sea buena idea ir?-pregunto Aegon, él y Aemond habían llegado por la mañana en sus dragones.

-se que es mi madre pero no podemos confiar en ella en estos momentos, al menos no completamente-continuo Luke, sabía que tenía razón.

-iremos en nuestros Dragones y dos grupos de soldados irán en barco por si deciden atacar, un grupo estará por la parte de atrás de la isla y el otro irá adelante, dudo que lleguemos a un acuerdo así qué hay que estar preparados, ahora vayan a avisarles a los soldados que estén preparados y preparen sus cosas, yo iré a ver a los dragones-dije dándole fin a la conversación.

Salí del salón en dirección a donde se encontraban los dragones, no los teníamos en cuevas como en King's Landing, era más parecido a Dragonstone, ellos eran libre de ir y volar hasta donde quisieran.

Vi como los dragones jugaban entre ellos en el cielo, se veían felices, pasaron por encima de mi haciendo que una gran ráfaga de viento me golpee y me giré a mirarlos, eran majestuosos.

(...)

Estábamos llegando a la isla, pude divisar a mi padre y Rhaenyra, ambos esperando nuestras llegadas, aterrizamos algo alejados de ellos ya que vimos como un pequeño ejército se alineaba a sus espaldas, caminamos hasta ellos con la cabeza en alto demostrando que no les teníamos miedo, a ninguno, cuando estuvimos cerca vi que sus ojos se veían tristes pero rápidamente eliminaron ese sentimiento.

-Padre, Rhaenyra -salude con una pequeña sonrisa.

-Hijos, sobrinos y hermanos-contestaron mi padre y Rhaenyra al unísono, sus rostros se mantenían inexpresivos.

-¿qué tal si nos cuentas tu propuesta Rhaenyra? estoy bastante intrigada.

Se dieron una mirada con mi padre y comenzaron a caminar dentro de una carpa mientras nosotros los seguíamos, dentro se encontraba una gran mesa con sillas a su alrededor, ellos tomaron asiento pero yo preferí quedarme de pie.

-con tu padre estuvimos viendo algo que nos beneficie a todos y llegamos a un idea-dijo Rhaenyra haciendo una pausa, yo asentí para que continuara-se que quieres ser reina pero yo no te daré mi lugar así que pensamos en disolver el matrimonio de Jace con Baela y el tuyo con Aemond, para que tú te cases con mi hijo, yo gobernaré unos años y le daré mi lugar a Jace antes de tiempo, serías reina consorte.

-¿disolver mi matrimonio con Daenys?-cuestiono Aemond incrédulo-eso no sucederá Rhaenyra.

-yo no quiero disolver mi matrimonio con Baela madre-continuó Jace, un dolor se instaló en mi pecho al escucharlo, pero preferir enfocarme en la conversación.

-yo no pienso disolver mi matrimonio con Aemond.

-a pesar de todo lo que te hizo, del daño que les hizo a ti y a tu hija-cuestiono Rhaenyra incrédula.

-Los problemas en mi matrimonio no son de tu incumbencia Rhaenyra así que te pediré amablemente que no vuelvas a mencionarlo y mucho menos a mi hija-conteste irritada, ellos salían perfectamente cuáles eran mis puntos débiles-y si esa es su propuesta lamentablemente tendré que rechazarla.

El fuerte viento me azoto una vez que salí, camine sin rumbo pero sentía unos paso detrás de mi, me acercaba cada vez más a los dragones, solo quería irme de aquí, me sentía mal y no sabía el porqué.

-¿qué quieres?

-te mentí

-con respecto a que Aemond, lamento decirte que me has mentido tanto que ya ni se que es verdad-murmuré sarcástica, me cruce de brazos debido al frío.

-yo no te engañe Daenys, durante esos meses en el lecho de pulgas no toque a ninguna mujer solo estaba ahí para tomar y dormir, pero durante el día salía de ese lugar...no quiero que sigamos así, se que lo que hice estuvo mal y es imperdonable- lo corte antes de que continuara.

-¿y Alysa? ¿acaso ella no era tu puta personal? todos en él castillos los escuchábamos Aemond no puedes mentirme.

-ella solo era una chica a la cual le pagué para que se hiciera pasar por mi amante, las veces que "nos escucharon" no era yo, ella se acostaba con algunos guardias, pero te puedo jurar que nunca la toque-continuo Aemond, lo miré sin estar segura, conocía su reputación.

El mismo sentimiento se instaló en mi pecho pero esta vez no quise reprimirlo, solo deje que lágrimas comenzaran a caer por mis mejillas, Aemond sin pensarlo me abrazo, otro sentimiento se hizo notar, me sentía bien entre sus brazos, me sentía en casa.

Duramos así un tiempo hasta que vimos cm los chicos se acercaban, ninguno traía buena cara, preferí adelantarme no sin antes darle un pequeño beso a Aemond dejándolo sorprendido.

(...)

Me estaba dando un baño, me habían informado que los chicos habían llegado con compañía hace unos minutos y que me esperaban en el salón, no tenía ganas de ver a nadie pero tenía que ir por ende en cuanto termine mi baño y me vestí me dirigí en dirección al salón donde se encontraban, al llegar no me sorprendí al ver quienes eran sus acompañantes.

-¿para que me necesitaban?-pregunté mientras me dirigía hacia la jarra con vino.

-queremos que dejes a los chicos fuera de estos-dijo Baela enojada, la miré arqueando un ceja-ni mi hermana ni yo queremos quedarnos sin esposo y dudo que los chicos quieran pelear contra su madre.

-¿ósea que supones que yo los tengo obligados?-cuestione con burla, ella asintió firme, una gran carcajada se escuchó por el salón-¿siquiera les preguntaste a ello?

Ella se callo ante mis palabras, se giró a mirar a los chicos pero ellos tan solo bajaron la mirada, con una mirada triunfal y una gran sonrisa salí de allí, sus peleas de pareja no me interesaban en lo absoluto, ahora solo me tenía que preocupar de Rhaenyra, sabía de sobra que no tardaría en atacar y debíamos estar preparados.

La guerra había empezado

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