D Í A 2 4

521 86 13
                                    


꧁ E S T A R  C O N T I G O ꧂ 


Maratón 2/3   


No me equivoque, no dormí absolutamente nada.

Baje del avión un poco desesperada pero sonreí, tal y como me dijo, Sasha me esperaba a unos metros. Me acerqué a ella y nos abrazamos con fuerza, salimos del aeropuerto y subimos a su auto. Se veía cansada y aún así se veía tan jodidamente bien, en cambio yo, me miraba mal.

—Te llevo a tu casa y por la mañana...

—No —la interrumpí—. ¿Sabes qué hospital es? —asintió—. Llévame ahí, por favor.

—Está bien.

Sasha me dijo en donde estarían los padres de Aidan y el resto del camino condujo en silencio y lo agradecí, hacía un poco de frío pero la calefacción lo compensaba. Sasha estacionó frente al hospital, suspiramos al mismo tiempo.

—Llamame si quieres que venga a buscarte —me sonrió.

—Gracias.

Le di una última sonrisa y bajé junto a mi maleta colgada en el hombro. Entre al hospital yendo directo a donde Sasha me dijo, al dar la vuelta en un pasillo pude ver a los padres de Aidan en uno de los sillones y a Aidan junto a una chica que reconocí como su prima, Sophie.

Sophie fue la primera en verme, vi la sorpresa en su rostro y giró a ver a Aidan, él tenía el rostro escondido entre sus manos. Ella le dijo algo y Aidan de inmediato miró en mi dirección, me congele en medio del pasillo al verlo caminar de prisa en mi dirección, se detuvo frente a mi.

—Ho... hola, yo... no... nosotros —me aclaré la garganta al ver que tartamudeaba—. Sasha se enteró de lo que pasó, nos dijo y yo... No respondías los mensajes y nos enviabas directamente al buzón y... Aidan, me tenías preocupada —sus labios se entreabrieron ligeramente—. Necesitaba saber que estabas bien.

—¿Cruzaste el país sólo para ver que estuviera bien?

—Si, quería estar contigo en eso —no dijo nada—. Perdón, quizá no querías compañía, lo entenderé, puedo volver y...

No pude seguir hablando, mi maleta cayó al suelo cuando Aidan me atrajo a él en un abrazo. Escondió su cabeza en el huevo de mi cuello y por inercia lleve mis manos a su espalda, sentí como relajo sus músculos y suspiró.

—No, quédate conmigo por favor —murmuró.

—No iré a ningún lado.

Lleve mis manos a su espeso cabello y lo acaricie durante un tiempo hasta que él mismo se alejó un poco, recargo su frente en la mía.

—Perdoname, ni siquiera sé dónde está mi teléfono —reí.

Bajo sus ojos habían unas marcadas ojeras, acaricie sus mejillas con suavidad, cerró sus ojos.

—Aidan, lo de antier...

—Está bien, no importa —sonrió levemente.

Tomo mi maleta y mi mano, caminamos a donde estaban sus padres, saludé a ambos e hice lo mismo con Sophie, me senté junto a ella y Aidan a mi otro lado. Aidan terminó recargando su cabeza en mi hombro, creí que dormiría pero nunca lo hizo. Intentando que no lo notará, envié un mensaje a Erick diciéndole que estaba con Aidan.

Por momentos platicaba con Sophie, ella y el resto de los Gallagher vivían en California así que muy rara vez la vi de niña, pero llegamos a jugar cuando venía a ver a su abuela. Me dijo que estaba aquí por trabajo, al menos estaba con la abuela cuando tuvo el infarto, fue ella quien la trajo al hospital. Me contó que él resto de la familia venía en camino pero que no habían conseguido vuelo aún.

Treinta días para enamorarme || 2 || AG [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora