D Í A 2 8

583 93 12
                                    


꧁ I N T E N T A R  C O N Q U I S T A R L A ꧂

 

Narra Aidan.

Salí del edificio donde hace menos de cinco minutos terminé un examen, di un gran suspiró. Aún me quedaban dos exámenes más pero ya serán mañana, fui a buscar algo que comer a la cafetería qué me gustaba, entre y vi mucha gente así que tuve que esperar.

—Hola.

Gire a ver a mi derecha y vi a Thomas a mi lado, no me miraba. Él era algunos centímetros más alto que yo y evidentemente más fornido.

—¿Hola? —murmuré confundido.

—¿Esperas tu comida?

—No he pedido nada aún.

—Entonces, ¿podemos hablar?

—¿Tú y yo? ¿Sobre qué? —alce una ceja.

Thomas señaló fuera de la cafetería y salimos juntos, nos sentamos en una mesa libre y apartada, uno frente al otro.

—¿Y bien? ¿De qué quieres hablar?

—De TN.

—Thomas, tu y yo no tenemos nada de que hablar, mucho menos de TN.

—Ella me gusta y quiero conquistarla —se cruzó de brazos sobre la mesa.

—¿Y tú a ella? Porque ella puede gustarte, pero si tú no le gustas, no hay mucho que puedas hacer.

—Eso no ha parecido importarte mucho, no le gustas y estas tras ella como perrito faldero —reí sin gracia y miré a otro lado.

—La diferencia es que yo tengo una historia con ella.

—Ah sí, esa donde la besas, regresas con tu ex y vuelves a besarla. Si, ya me la se —sonrió.

—Si, pero ese solo es el primer libro —negué con una sonrisa—. El segundo libro soy yo ganando su confianza y conquistandola —me puse serió—. Me ha costado trabajo y de poco en poco he logrado qué me perdone y en el proceso, conocernos más.

—Que te besara un par de veces no quiere decir que le gustes.

—¿Y qué opinas de cruzar el país de improviso? ¿Quedarse junto a mi en un momento difícil?

—Diría que entonces tienes una muy buena amiga —me guiño.

—Escucha Thomas —recargue mi codo izquierdo en la mesa y mi barbilla en la palma de la mano—, entiendo mejor que nadie porque ella te gusta y puedes intentar conquistarla incluso, pero todo eso deja de importar si ella dice no, cosa que espero entiendas —le sonreí de lado—. Tengo la vaga impresión que no siente lo mismo que tú, ¿no es que rechazo tu cita?

Me puse de pie colgando mi mochila en el hombro y metiendo mis manos en los bolsillos de mi pantalón.

—¿Quieres conquistarla? Adelante, inténtalo, ella tendrá la última palabra pero aún así supongo que sabes que tu resultado no será el que esperas —me encogí de hombros y di la vuelta—. Ah otra cosa —volví a verlo—, no le regales flores, no le gusta.

Le sonreí con un guiño y volví a la cafetería de la que Thomas me sacó hace unos minutos. Volví a formarme mientras daba un vistazo a instagram, TN había subido una historia de una foto de sus apuntes de clase y un pequeño texto diciendo que aún tenía mucho que estudiar y moría de hambre.

Hice mi pedido y veinte minutos después golpeaba la puerta de la habitación de TN, cuando abrió la puerta, se vio claramente sorprendida pero me sonrió. Usaba ropa cómoda y se veía cansada.

Treinta días para enamorarme || 2 || AG [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora