D Í A 3 0

609 85 8
                                    


꧁ S A B E R  Q U E  D E C I D I R ꧂ 


 Narra Aidan.

Hoy era el último día antes de que TN me diera alguna respuesta.

¿Cuál iba a ser su respuesta?

Se que los últimos días hemos tenido una interacción bastante peculiar, ella misma me ha besado, pero... ¿eso es suficiente para que yo pueda afirmar que quiere estar conmigo? Me gustaría pensar que si, ¿pero y si no? ¿Y si me dice que me aleje de ella? Yo le di mi palabra que si era lo que ella quería, iba a hacerlo.

Claro, no quiero tener que alejarme o ser un simple amigo.

—¿Nervioso? —Julio se sentó junto a mi en la mesa de picnic.

—Si.

—Que honesto —reímos.

—¿Qué crees que vaya a decir?

—Eso solo lo sabe ella —se encogió de hombros—. Pero creo que te estás ahogando en un vaso de agua ante esta situación.

—Es que no quiero dar nada por hecho.

—Oye, no me terminan de agradar, pero haces feliz a mi amiga y eso es lo único que me importa —suspiro—. Por si no lo has notado, no eres indiferente ante los ojos de TN, yo inclino la balanza al resultado positivo.

—Gracias —sonreí con honestidad.

—Pero recuerda algo.

—¿Qué cosa?

—Le diste hasta el primero de Octubre —se puso de pie y palmeó mi espalda—. Sufre un día más.

Sonrió con diversión y se alejó de mí.

G-e-n-i-a-l.


...


Acomodaba algunas cosas de la habitación, mis nervios se habían reflejado haciendo limpieza y sacando cualquier cosa que ya no fuera útil. Entre papeles encontré una hoja arrugada que reconocí, fue la canción que canté en el show de talento hace varios años y TN nunca llegó. Esa canción fue la que provocó algunas risas gracias a que llegué a desafinar.

Era una composición mía, la había escrito hace tanto tiempo inspirándome en la chica de la que estaba enamorado. Me senté en la cama leyendo la letra, recordando la tonada. Tomé mi guitarra y toqué algunos acordes y cante en voz baja, lo cierto es que no me convencía.

—No puedo creer que volveré a hacer esto.

Suspiré poniéndome de pie para buscar una pluma y regresar a mi lugar en la cama. Tache varios versos y algunas palabras para escribir nuevas mientras con la guitarra iba tocando. Me gustaba como iba quedando la canción, mantenía la esencia de la primera vez pero con una mejor estructura.

—Jamás pensé que te escucharía tocar la guitarra —alce mi mirada para encontrar a Elías mirándome con sorpresa.

—Si, yo creí que no volvería a tocar.

—¿Y qué te hizo cambiar? —sonreí—. Qué pregunta tan tonta, es obvio que TN hizo esto.

—Pues la verdad es que sí. Si te soy honesto, he estado pensando mucho sobre hacer música, ese era mi sueño.

—Entonces hazlo —me palmeó el hombro—. Y hasta un favor, muéstrale esta canción a TN —me guiño y camino al baño.

Enseñarle la canción a TN era el plan, lo haría sin día alguna.

Treinta días para enamorarme || 2 || AG [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora