Lavé la última taza que quedaba en el lavaplatos y cerré la llave. Me sequé la manos y salí de la cocina, encontrándome al Mateo barriendo, a la Coni sacudiendo el polvo y a la Palo echada en el sillón viendo el matinal. Nos encontrábamos únicamente los cuatro, ya que la tía Marce salía a trabajar y no volvía hasta las 19:00 hrs.
— ¡Ya! Me voy a ir bañar, porque ando pasá a rodilla. —Hueveó la Paloma levantándose y subiendo las escaleras, ignorando a los tres que la mirábamos con gracia.
Me dispuse a subir para ir a hacer las camas y esperar a que la Paloma desocupara el baño. Puse música bajito y cuando terminé de hacer las literas, me senté un rato en la cama a aprovechar de contestarle a mi mamá sus cuestionamientos sobre el estado de mi persona. Luego me puse a ver tik tok y aproveché de buscar vídeos sobre las propiedades del cuarzo rosa. En eso me entretuve un rato hasta que la Coni subió para también esperar el baño.
— ¿Y el Mateo? —Pregunté, dejando mi celular a un lado e incorporándome en la cama, intentando no cochar con la de arriba.
— Se fue a bañar al baño de la pieza de sus papás. —Respondió subiendo la escalerita de la litera y luego recostandose en su cama.
— ¿Hay baño ahí?
— Sí. ¿Por?, ¿querís ir a bañarte con el Mateo? —Se rió mi amiga.
— ¡Ay, Coni! —Me reí y levanté mi poto de la cama para ir a posarme en la ventana. — ¿Por qué la Palo tiene que demorarse tanto en bañarse?
Suspiró cansada. — No sé. La voy a retar, porque hay que cuidar el agua.
Unos minutos después hasta el Mateo había subido a su pieza ya bañado y listo. Se acercó a la nuestra cautelosamente y se paró en el umbral.
— ¿Interrumpo?
— Nop. —Contesté sacando mi vista de la ventana.
— Les venía a decir que si quieren pueden usar el baño que está abajo mientras. —Encogió un hombro con despreocupación.
— ¡¿En serío?! —Preguntó la Coni, sentándose en la cama. — Ya, buena. Te tomaré la palabra.
Se bajó de un salto desde arriba, tomó sus cosas y luego de darle las gracias al Mateo, se fue por las escaleras.
Me reí. El Mateo siguió parado en el umbral, mirándome con una sonrisa simplona.
— ¿Qué? —Pregunté.
— ¿Qué de qué? —Contrapreguntó.
Entrecerré mis ojos y luego los volví a la ventana.
— ¿Querís ver algo bacán? —Preguntó desde atrás.
Ladeé mi cabeza para mirarlo. — ¿Qué cosa?
Me hizo un gesto para que fuera con él. Caminé detrás y ambos pasamos el umbral, dirigiendonos a su pieza. Cuando entré no tuve que profundizar mucho en la repasada con mis ojos, ya que era bien minimalista y afortunadamente ordenada.
— Mira.
Me fuí a posar junto a él a la ventana y efectivamente tenía una vista mejor que la nuestra. Admiré la playa por completo y sonreí maravillada, realmente era una vista privilegiada.
— Te envidio. —Fruncí mis labios una vez dejé de admirar por completo.
— Es la vista más pulenta de la casa.
— Saliste privilegiado.
— Es lo mínimo que merezco por ser yo.—Bromeó.
Lo miré. Tenía su pelo aún medio mojado y esa sonrisa de lado que siempre ponía sin ningún esfuerzo.
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Summer love [chilensis]
RomanceUnas vacaciones de verano junto a tus mejores amigas en la casa de la playa del primo de una de ellas pueden ser el motivo perfecto para encontrar un 'summer love', pero la Mila no anda en esa onda, además, un amor de verano ya sonaba utópico po, ¿o...