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— ¿Ustedes creen que esos dos se vayan a comer? —Preguntó la Palo.

— Mmh... — El Nacho los observó.

— ¿Sabí qué? Me retracto. —Volvió a hablar la Paloma y afirmó: — Estos ya agarraron y se están haciendo los hueones.

— Sabí que yo también lo pienso, pero el Pipe no ha dicho ná. —Dijo el Nacho, que se había puesto a escabar en la arena. — Tu Mateo, ¿sabí algo?

— ¿Ah? —Puso una expresión de confusión algo sobreactuada. — No, yo no sé ná. —Contestó en un tono medio extraño, así que disimuladamente me giré para mirarlo y escrutarlo con mis ojos. — ¿Qué? — Articuló sin emitir sonido bajó mi mirada.

— Tu y yo —Lo apunté y me apunté a mi mientras entrecerraba los ojos. — vamos a conversar después.

Apuesto que sabía algo y se había quedado piola.

— Veinte lucas a que antes que nos vayamos estos se van a comer si o si. —Apostó la Palo mirándonos.

— Me uno a tu team. —Le choqué los cinco.

El Nacho hizo una mueca. — Yo digo que no, porque la Coni no lo pescará ni en bajá.

Miramos al Mateo.

— Yo no juego. —Levantó sus brazos.

Si. Definitivamente éste sabía algo.

Observé a la parejita en el agua, que se perseguían y se reían todo el rato.

Igual raro que la Coni no nos hubiera dicho nada en caso de que pasara algo, aunque también la entiendo, de vez en cuando suele reservar las cosas al no sentirse segura de lo que está haciendo.

Pero si fuese verdad, sería lo mejor para que dejara de pensar un ratito en su ex en estos tiempos tan bonitos.

Luego de que el cielo comenzara a oscurecer, decidimos ir a pasear todos juntos a la plaza. Las luces iluminaban tenuemente y sólo se podía percibir un ambiente de alegría y diversión. Todas las personas reían, comían, había un grupo de gente bailando en el medio como si no les importara nada y habían distintos tipos de música apoderándose de cada esquina, pero aún así se sentía bien estar caminando sabiendo que no había ninguna preocupación.

— ¡Yo voto por churros! —Exclamó la Paloma.

— Ah, pero yo quiero completo po. —El Pipe se cruzó de brazos.

— Yo igual apaño a los churros. —Comentó la Denise.

Shaa, apoya a tu hermano mínimo. —Se quejó su mellizo.

— Yo igual quiero completo. — El Nacho levantó su mano.

— Mejor vamos cada uno a comprar lo que quiera nomás y nos juntamos aquí mismo. —Sugerí.

— Yo ando antojao' de papas fritas. —El Mateo a mi lado se tocó su guata en referencia al hambre.

— Yo apaño a los chiquillos con los completos. —Sonreí con los dientes.

— Ya, vamos.

Nos separamos y los cuatro caminamos hacía la picá que se encontraba en una de las esquinas. Entre tanto el Mateo se pedía unas papas fritas, nosotros hacíamos la vaquita para comprarnos los completos.

— Oye, ¿sabí qué? pero callao si po. — Me habló el Pipe, mirando al Mateo comprando las papitas. — Nunca había visto a este hueón tan embobao', ¿sí o no, hermano? — Esta vez miró al Nacho.

— Si, me tení loco al niño. —Dijo mirándome asintiendo con su cabeza.

Negué con mi cabeza mientras sonreía divertida.

Summer love [chilensis]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora