— Uy.
— Chuta, disculpa. —Me apresuré en decir antes de levantar la mirada y ver con quién había chocado.
— Mila, ¿estái bien?
Inconscientemente miré hacía la cocina, de dónde acababa de salir, pero devolví rápidamente mis ojos hacia la Denise.
— Si. —Respondí no muy segura.
Ella se percató de mí vistazo fugaz y echó un ojo hacía dentro del lugar. Su expresión se volvió un tanto analítica y luego me observó.
— ¿Estabái con el Joaquín?
Supongo que mi cara habló por si sola, porque enseguida sus cejas se fruncieron con un tanto de preocupación.
— ¿Te pasó algo?
Intenté relajar mi expresión. — No, ¿por?
— Porque lo miraste cuándo te pregunté si estabai bien y por lo que veo está copeteao, así que será mejor si me dices que pasó.
— No pasó nada, de verdad.
— Mila, yo sé que no soy una de tus amigas y que nos conocemos hace súper poquito, pero tienes carita de sentirte mal, así que de verdad que podís confiar en mi pa' decirme que te pasa. — Se acercó. — o si es que el Joaquín se mandó una cagá pa' ir a penquearmelo al toque.
Le sonreí a medias.
— ¿Querís salir a tomar airecito un ratito? —Preguntó.
Dudé un poco, porque no quería incomodar a la Denise, menos en su cumpleaños. Y además, tenía el dato reciente y adicional de que parecía ser una amiga cercana de la ex de el Mateo y todo esto tenía que ver con él.
— Pero y tus invitados...
— Ay, Mila, tranqui, si de todos modos igual iba a salir a fumar, da lo mismo que no ande dando vuelta por un segundo. Ven, vamos. —Enrolló su brazo con el mío y sin dejarme otra opción, volvimos a recorrer la cocina, esta vez ignorando la presencia del Joaquín que estaba sentado en el suelo viendo su celular mientras tomaba y salimos por la puerta que daba hacia el patio.
El aire fresquito me ayudó a los segundos a despejar un poco esa incomodidad que sentía en mi pecho.
La Denise les sonrió a unos hueones que estaban fumando también unos metros más allá, pero ella se dirigió a una mesita con dos sillas que se encontraba en un rincón y me llevó con ella. Cuando estuvimos sentadas, abrió su cajetilla que traía en las manos junto a un encendesor, cosa de la que ni me había percatado y sacó un cigarro.
— ¡Ah! El de la suerte. — Sonrió sacando el último que quedaba en la cajetilla por lo que vi y que estaba dado vuelta.
— ¿Cómo el de la suerte? —Pregunté.
— Cuando abres una cajetilla nueva, el primer cigarro que sacai no te lo fumas, si no que lo das vuelta en el sentido contrario a los otros cigarros y te lo fumas al último. Se supone que es pa' que tengái suerte. —Se lo puso en la boca y lo encendió.
— Aah. —Asentí con mi cabeza. Rodeé mi cuerpo con mis brazos ante la brisa fresca.
Exhaló el humo hacía un lado y me miró.
— ¿Lo querís carretear? —Me lo extendió.
— No, no. No fumo, pero gracias igual.
— Bueno. —Sonrió y miró hacía otro lado. — ¿Me vas a querer contar qué pasó o mejor no? Lo voy a entender. —Habló en un tono comprensivo.

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Summer love [chilensis]
RomanceUnas vacaciones de verano junto a tus mejores amigas en la casa de la playa del primo de una de ellas pueden ser el motivo perfecto para encontrar un 'summer love', pero la Mila no anda en esa onda, además, un amor de verano ya sonaba utópico po, ¿o...