34 [Final]

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Dejé caer mi bolso y me tiré en la cama, exhausta. Cerré mis ojos y me concentré únicamente en mi respiración.

¡Había jurado no volver a tomar en mi vida! y aún así lo había vuelto a hacer; pa' peor, me tuve que aguantar la caña durante todo el viaje a mi casa.

"— Nos vemos. —Lo miré una última vez, antes de besar su mejilla y soltarme de su abrazo.

— Nos vemos, Mila. —Sus manos se aferraron a mi espalda. — Nos vemos. —Volvió a repetir más bajito."

Abrí mis ojos.

La despedida entre el Mateo y yo rondaba una y otra vez en mi cabeza desde que nos habíamos ido de su casa.

Mi corazón estaba latiendo tan rápido y sentía el estómago pesado.

Cuando llegó el momento de despedirme de él, creí que lloraría, pero no fue así. Ambos nos abrazamos y sentimos como el corazón latía sobre el del otro, expresando todo lo que debe haber faltado por decir.

Miré mi pieza desde el colchón, viendo que estaba igual que como la había dejado cuando me fuí. Como si nunca se hubiera movido nada en mi vida.

"—Estoy enamorado de ti, Mila"

Me incorporé en la cama y bufé.

¿Cuánto tiempo iba a tener que soportar que mi mente sobrepensara en lo que sucedió?

Miré mi celular y las chiquillas estaban hablando por el grupo avisando que ya estaban en sus casas y que no podían creer lo rápido que habían pasado las vacaciones, y que eso las hacía estar muy tristes. Además, la Palo se sentía aún más bajoneada porque lo de la Denise y ella, mientras no se vieran, había llegado a su fin. Pero, anoche se habian encargado de darle un buen cierre.

Dejé el celu en el bolsillo de mi poleron y me levanté de la cama para bajar a hacerme algo para comer. Luego, almorcé viendo un vídeo en Youtube y como la casa se encontraba limpia y ordenada, decidí que lo mejor era ir a dormir, así recuperaba todas las horas de sueño perdidas durante el último tiempo.

Mientras cerraba mis ojos bajo las sábanas, mi cuerpo no se acostumbraba a que no estaba ya en la casa del Mateo.

"— ¿Te puedo dar un beso?"

Me removí en la cama.

"— Te quiero querer bonito."

Presioné más mis ojos y me acurruqué, intentando poner la mente en blanco hasta caer dormida.

•.࿐࿐࿐.•

Puse a hervir el agua y retomé la rutina de poner la mesa para dos. Cuando estaba apunto de terminar, se abrió la puerta de mi casa y apareció mi mamá por esta.

— Te dignaste a volver... —Mencionó, mirándome con cierta diversión.

Al parecer mi ausencia la había ayudado a mejorar su humor, parecía incluso más relajada.

Le sonreí y me acerqué para darle un abrazo de cordialidad.

— ¿Cómo la pasaste?

Me demoré en responder, porque sentí ganas de llorar en cuánto mi mente revivió miles de imágenes sobre las últimas semanas.

— Fueron las mejores vacaciones de mi vida. —Me separé de ella y sonreí genuinamente.

— Me alegra. —Me dió unas palmaditas en el brazo. — Vamos a tomar once mejor.

Asentí con mi cabeza.

— ¿Diste las gracias por haberte recibido tanto rato por allá?

— Si, obviamente. Casi implore disculpas por todas las molestias y dije mil y un veces gracias. —Le aseguré. Y mentira no era, cuando llegó el momento de despedirme de la tía Marcela en la mañana, no supe cómo agradecerle infinitamente por todo.

Summer love [chilensis]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora