El día del descubrimiento acabó con una cena hecha por Susan, con el cuerpo aún entumecido, subí a la habitación tras despedirme de mis tíos, me desprendí de mis ropajes quedando desnuda, me lancé en la cama quedándome totalmente dormida al instante.
Al día siguiente me levanté con dificultad, el cuerpo dolía más que antes, me coloqué el albornós para dirigirme al cuarto de baño, llené la bañera con agua tibia y me metí en ella, mi cuerpo se desplomó en la porcelana como un bloque de cemento, el agua relajaba cada extensión de mi cuerpo, deslicé mis dedos por la superficie del agua, jugué unos segundos haciéndola escurrir por ellos, vertí un poco en mi rostro llegando a ese punto de relajación hasta entrar en un limbo.
Bajé las escaleras a la sala, donde estaba Richard sentado en el sofá grande mientras conversaba con Susan, que estaba sentada en uno de los sillones, Ashley fumaba un cigarrillo sentada en las piernas de Douglas, esto me animó, a pesar de lo sucedido, estos últimos dos se mantenían haciéndome compañía en mi soledad, saludé a mi amiga con un beso al igual que a su novio, tomé asiento al lado de mi primo para unirme a la conversación que sostenían; los temas fueron tan variados y naturales como si nada fuese sucedido, la fluidez acompañó la reunión, hablamos desde automóviles hasta vestidos, tema que se extendió más de lo esperado debido a que éramos tres chicas en la sala, Richard y Douglas se limitaban a asentir y poner los ojos en blanco tras los frívolos comentarios, luego todos subimos con palomitas de maíz, gaseosas y golosinas a mi habitación para ver una película en Streaming, necesitaba todo aquello, necesitaba aferrarme al estilo de vida de una chica corriente de dieciocho años, necesitaba ser normal por unas horas, reímos con las escenas de comedia del largometraje, gritamos frenéticos, nos aventábamos gomitas de sabores, varios vasos con gaseosas se derramaron en la alfombra que cubría el suelo por culpa de las piernas de Ashley que se agitaban por las cosquillas que le hacía Douglas, el crepúsculo bañando la habitación con una iluminación naranja.
Después de la película bajamos al comedor para disfrutar de una cena rápida hecha por Douglas, papitas fritas, con pollo empanizado y puré de espinacas, reímos porque este último era lo único sano del plato, Susan abordó el primer tema de conversación con la anécdota de cómo había perdido la virginidad, Richard metió sus dedos índices en ambas orejas, tema que no quería escuchar, todos reímos tras escuchar que mi prima en el acto sexual había resbalado de la cama hasta golpearse la frente con la cómoda al lado de la misma, Ashley escupió un poco de puré para reír a carcajadas, luego escuchamos la historia romántica de cómo se habían conocido Douglas y mi amiga, ambos bailaban en una discoteca de la ciudad, Ashley algo ebria se acercó a un Douglas misterioso preguntándole si vendía marihuana, fue un flechazo a primera vista, ambos compartieron un pitillo del verde alucinógeno hasta terminar sin saber cómo, en la cama, acto seguido Richard se dispuso a hablar, mientras luchaba por tragar un gran bocado de pollo, me miró fijamente con sus bellos y brillantes ojos azules.
- Todos están contando cosas sobre sus amores. – Empezó Richard esta vez lanzándole una sarcástica mirada a su hermana. – Les contaré como conocí a mi primer amor, eran unas vacaciones de verano, mamá nos había llevado a Susan y a mí al parque acuático de la ciudad, tenía ocho años de edad, aun vivíamos aquí...según papá habían quedado con tía Mary para encontrarnos en el lugar, esperamos en el auto su llegada, entonces vi como el mercedes de tío Matheo se acercaba a nosotros, todos bajamos, y la vi... - Seguía Richard su anécdota esta vez mirándome nuevamente.
- ¿A quién viste? – Urgió Ashley intrigada, pero ella sabía a dónde iba la conversación.
- Aline estaba inocentemente preciosa, llevaba sus cabellos rojos recogidos en una coleta, llevaba un simpático traje de baño de una pieza con tela a rayas de color rosado y azul, ella se acercó hacia donde estaba... – Empecé a sonrojarme. - ...y me tomó de la mano obligándome a correr a la entrada del parque, brincaba emocionada, sus ojos verdes estaban abiertos como platos, nuestros padres pagaron la entrada y los dos corrimos al área de las piscinas, después de una tarde...
Me sumergí en mis recuerdos, vi mis pequeñas manos arrugadas por el largo tiempo que había pasado sumergida en la piscina infantil, un Richard niño sonreía mientras salpicaba agua sobre mí, de pronto el cansancio nos invadió y corrimos hacia nuestros padres que nos esperaban con un pequeño refrigerio, y golosinas, mi primito tomó una sortija de caramelo mientras me miraba con las mejillas ruborizadas, temblaba de pies a cabeza, me llamó pronunciando mi nombre, nos escondimos debajo de la mesa, despojó la sortija de fresa de su envoltorio mirándome fijamente con sus grandes ojos azules.
- ¿Quieres ser mi novia? – Dijo Richard con una voz infantílmente aguda.
- Sí. – Grité de alegría abalanzándome sobre el para abrazarlo fuertemente.
- No-puedo...respirar. – Bramó Richard con un hilo de voz.
Todos nos observaban en la mesa, Ashley tenía los ojos brillantes, Douglas sonreía cómplice, y Susan nos miraba con ternura, me percaté de que Richard sacaba algo del bolsillo de su pantalón, entonces cuando pudo hacerlo emerger, me percaté de que era una sortija de caramelo, como la que me había obsequiado hace once años atrás, conteniendo el llanto de alegría y ternura, esperé que quitara el envoltorio, entonces tomó mi mano izquierda y me observó sonriente.
- Aline... ¿Quieres ser mi novia?
- Definitivamente y rotundamente... ¡Sí! – Respondí ya con lágrimas escurriendo por mis ojos.
Mi ahora novio introdujo el anillo en mi dedo anular, me abalancé sobre el haciendo que ambos cayéramos al suelo y en vez de un abrazo, le di un gran beso que se extendió por varios segundos, consumando la relación.
Desperté de pronto algo aturdida, miré a todas las direcciones, había una música sonando de fondo, estaba tirada en el sofá, escuché unas voces que provenían de la cocina, Richard y Ashley reían, en el sillón a mi lado izquierdo mi prima Susan y Douglas reían a carcajadas viendo un video en alguna red social, ambos se percataron que me habían despertado.
- Lo siento – Dijo mi prima.
- ¿Cuánto llevo dormida?
- Algo de 30 minutos...
- ¿Lo soñé?
- ¿Qué cosa? – Preguntó Douglas.
Una brisa fría se abrió paso por la puerta trasera y traspasó mi cuerpo como una lanza. Sentí que alguien me observaba desde la puerta, me puse de pie y me encaminé hacia ella con la mirada de mi prima clavada en mí. Todo afuera era negro como la noche, no había nadie allí, bajé los escalones que llevaban al patio, entonces tuve un mal presentimiento, me di media vuelta y vi como varias sobras se proyectaban en la pared, escuché unos susurros en mi cabeza en un idioma que no pude comprender, algo en mi pecho se removió, algo que quería escapar como un alien, no sentí dolor, al contrario, sentí una fuerza, una voluntad y poder de lucha, algo se aproximaba, y no tenía dudas, era algo certero. Las sombras se fueron deslizando por la superficie hasta perderse allí donde terminaba la pared, volví a escuchar los susurros, entonces fue cuando sentí temor. Corrí al interior de la casa cerrando la puerta tras de mí, me encontré con Richard que me miró interrogante, lo ignoré y me encaminé a la cocina por un vaso con agua.
- ¿Aline, estás bien? – Preguntó Ahsley apagando un cigarrillo en el fregadero.
- Sí... - Mentí.
Todos tomamos asiento nuevamente en la sala, todos hablaban de temas varios pero yo sentí que no estaba allí, mi mente recorrió cada escenario vivido anteriormente, mi madre, mi hermana, mi padre, mis primos, mis tíos. Entonces sentí una punzada en el pecho, el rostro de Tía Marge quedó unos instantes retenido en mi cabeza, otra punzada me dejó sin aire y esta vez no pude disimular, tosí tratando de recuperar el aliento, Susan saltó del sofá para darme unas palmadas en la espalda. Volví a escuchar los susurros, de pronto Ashley se puso de pie llevando sus manos a sus orejas, Douglas sin saber qué hacer, la tomó de los hombros preguntándole que le sucedía, Richard corrió a la cocina en busca de agua, Ashley soltó un grito.
- ¿Qué son esas voces? – Gritó mi amiga sin apartar sus manos de sus orejas.
- ¿Qué voces? – Preguntaron al unísono Susan y Douglas.
Richard reapareció con agua, me la ofreció pero el vaso resbaló de mis manos tras mis espasmos causados por la tos. De pronto sentí la necesidad de gritar, y de mi boca emergió un alarido que hizo que todas las bombillas de la estancia estallaran, Susan dio otro salto pero hacia atrás, Richard me observaba con los ojos abiertos como plato y nos quedamos a oscuras, de nuevo.
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El Diario de las Sombras (PRONTO EN FÍSICO)
Gizem / GerilimEl Diario de las Sombras es una historia de misterio y suspenso con algunas gotas de romance ambientada en la actualidad. Los eventos se desarrollan en una ciudad inventada ubicada en Latinoamérica llamada Delta Río. Después de un desmayo al ver un...