ᚲᚨᛈᛁᛏᚢᛚᛟ-11

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Derribando algunos enemigos por el camino lograron llegar a la casa de Sindri.
—una casa del árbol…—susurró Tyr con confusión al ver tremenda construcción en el lugar menos esperado.
—¡señor Tyr, de veras sobreviviste!—Sindri los recibió cuando estaba barriendo la entrada.
—está algo cansado, le prometí comida y una habitación para descansar—se metió Atreus a la conversación para luego abrir las grandes puertas.
—bien, veremos que podemos hacer, vamos—Sindri entró a la casa y Tyr detrás de él.

—ahora vamos—dijo Atreus mientras las puertas se cerraron y Kratos ya iba a volver a abrirlas cuando Atreus tomó su brazo—¿podemos hablar de lo que va a suceder después?
—Hay mucho que considerar, hablaremos por la mañana—sentenció el espartano abriendo las puertas.
—por la mañana, claro—respondió Atreus con un sentimiento extraño por dentro, nada más al entrar vieron a Brok sobre la mesa de trabajo con unas grandes pinzas quitando la cadena que tenía Tyr en el cuello.

—no te muevas, no te muevas—repetía en gruñidos y dando un martillazo el artefacto cayó al suelo y Tyr se acarició el cuello con alivio.
—mucho mejor, gracias…—Tyr dijo y se estiró brevemente.
—¿ves? Buenas noches, chicos. Mañana será un gran día—Atreus se retiró y en silencio Sindri subió a su habitación.

Kratos después de que se quedó todo en orden cerró la puerta de su habitación, era bueno tener algo de espacio propio que compartía con Mimir, su casi hermano.
—estás pensativo, hermano—llamó la cabeza que estaba apoyado en un barril cercano.
Kratos se quedó en la puerta unos momentos antes de girarse hacia él—pienso qué…quiero que la cosas sean como antes—caminó hasta la ventana con lentitud.
—bueno, yo quisiera trepar un árbol pero no todo se puede—Kratos suspiró con frustración y se apoyó en el marco de la ventana mirando el exterior de lo que tuvo que abandonar…su hogar, el hogar donde apenas unos inviernos atrás vivía en total paz con su familia.

—solo desearía que Atreus no fuera tan…inquieto. Solo me importa su seguridad.
—Lo sé, hermano. Pero contenerlo no lo mantendrá fuera de peligro, el muchacho está dispuesto a cometer algunos errores propios y odiaré decir esto pero quizá Tyr sea uno de ellos. Nunca había visto un hombre tan roto—Kratos se separó de la ventana y se giró a verlo.
—Su dolor es reciente, esperas demasiado.

—quizá—decía Mimir y ambos ignoraban el hecho que fuera de la casa había alguien escuchando…siendo Atreus que escuchaba sin ser descubierto—es una lástima que Freya aún quiera matarte—Atreus bajó la mirada a su collar y lo sostuvo meditando con los ojos cerrados lo que quizá podría ser una estupidez pero debía intentarlo al menos…—es una aliada valiosa.
—Esa no es una opción—Kratos se sentó en la cama dejando caer su armadura al suelo.
—no, supongo que no lo es.

Por fuera de la casa Atreus estaba tan concentrado en la conversación que no pudo sentir que alguien estaba justo detrás de él—¿no puedes dormir?—la suave y baja voz en su nuca le sacó casi el alma del susto.
—¡Ah!—se le escapó el grito y tomando Sindri de los hombros casi salían huyendo de ahí ya que Kratos casi al instante estaba parado en la ventana buscando el origen del ruido.
—¿Qué fue eso?—preguntó Kratos—sonó como Atreus.
—hermano, de verdad te preocupas demasiado. Anda siéntate y descansa, recuerda que mañana tenemos trabajo que hacer.

—shhh…no puedes acecharme así—reclamó Atreus mientras se aseguró que su padre ya se iba a dormir—hay algo que debo hacer en Midgard.
—¿sin mí? Pensé que éramos compañeros—iban caminando por el jardín dando a la entrada principal de la casa.
—claro que sí…—Atreus lo miró raro mordiendo sus labios dentro de su boca—sólo que no pensé que querrías venir. Debo visitar a una vieja amiga—quiso seguir avanzando pero Sindri se le ponía enfrente y llegaron a otro ventanal.

Ragnarök: El Ocaso de los dioses. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora