ᚲᚨᛈᛁᛏᚢᛚᛟ-15

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Kratos abrió la puerta de la habitación de Atreus, el joven estaba sentado sobre un barril y Sindri parecía agitado después de tanto gritar, al ver a Kratos supo que su turno había terminado y caminó a la salida—será mejor que vuelvas a enroscar su cabeza y bien fuerte—sentenció Sindri y Kratos claramente eso haría, los dejaron a solas.

—me alegra que regresaste—dijo el joven sin moverse.
—¿Vas a responderme?—preguntó de la nada el mayor.
—¿qué cosa?
—¿a dónde fuiste? ¿A quién viste? ¿A Odín?—eso más que nada fue una acusación y Atreus se sorprendió de ello.

—¿qué?—se puso de pie—¿eso crees?—preguntó molesto.
—¿Lo niegas?—la voz de Kratos se alzó más y Atreus solamente rió por lo bajo de la ironía—¡respóndeme! ¿Fuiste a Asgard?
—¡no! Claro que no—respondió de primeras pero esa idea sabiendo lo que podía suceder…le dio inspiración—¿y qué si fui?—caminó hasta él—es mi futuro, es mi vida—se molestaba cada vez más…lo siguiente le dolió en su corazón.
—eres mi hijo…—Kratos lo dijo como si eso fuera todo, no le tenía confianza, ni fe, ni nada. Tanto se había esforzado y todo para nada, solamente se fijaba en sus errores y sus impertinencias que aceptaba que tenía a veces.

—Entonces ¿por qué no confías en mí?—preguntó Atreus, a nada de explotar.
—Si quieres que confíe en ti, dime la verdad—ahí fue el colmo.
—¡la verdad es que eres un completo imbécil!—dijo en voz alta el joven saliendo de la habitación.
—¡muchacho! Así no se cambia la opinión de un hombre—respondió Mimir, el mejor apto para corregirlo con las palabras correctas. Kratos fue tomado fuera de guardia y no supo reaccionar así que sacó a Mimir de su cinturón siguiendo a su hijo en el acto mientras él llegaba a la cocina.

—¡no me tiene fe! Está bien que él guarde secretos, si mamá lo hace—rodeaba la mesa, todos en la casa iban poniendo atención a la calurosa pelea.
—¡No está bien! Sus secretos siguen a cada paso que damos—finalmente respondió Kratos, él también había perdido el control, pese a los secretos de Faye nunca dejaba de confiar en ella. Cualquier cosa que ella pusiera en su camino lo aceptaría con gusto pero lidiar con el muchacho frente a él era muy difícil.
—oh, bueno—Atreus se apoyó en una silla poniéndose irónico—¿entonces tampoco confías en ella?—si no le tenía confianza a él ¿cómo podría haber sido con ella cuando vivía? Eso lo hizo enfadar más y ambos al parecer.

—¡Esto no tiene que ver con tu madre!—respondió Kratos más agresivo, si algo no iba a tolerar jamás es que hablaran mal de ella, algo que no muchos podían entender—lo qué hiciste fue mentir—lo señaló y Atreus se acercó a él.
—me pregunto dónde lo aprendí.

—¡ya fue suficiente!—exclamó Mimir.
—¡desde cuanto te pones de su lado siempre!
—¡desde que es el único que tiene sentido común!—Atreus suspiró y quiso hablar calmado por última vez.

—mira…sólo estaba pensando en ir a ver a Odín, pero juro que tengo una buena razón.
Freya y Týr se iba acercando, la diosa después de instalarse y el dios haciendo la cena, tanto llamó su atención que no soltó el caldero con comida—no existen buenas razones para ver a Odín.
—sólo nublará tu mente—agregó Týr.

—pero puedo ir, debo evitar que algo malo suceda—para Kratos era muy evidente que estaba muy confundido.
—¡Ya sucedió algo malo, mírame, a Freya, a Týr! ¡Odín nos hizo esto!—Brok fue el último en llegar al lugar.
—¿Qué los hizo maullar a todos de repente?
—Atreus quiere ir a Asgard—dijo Sindri.
—¿Asgard? ¿Se golpeó la cabeza o algo?

—genial…—alzó sus brazos levemente—ahora todos están en mi contra—en ese momento deseaba mucho que su madre estuviera ahí, quizá y solo quizá ella podría entenderlo.
Kratos se acercó hasta él y tomó su hombro brevemente—debes elegir quién serás ¿vas a seguir mintiendo y ocultando cosas? ¿O eres mi hijo?—ese maldito comentario hacía que Atreus perdiera la cabeza como si tener secretos…como si tener dos identidades y no saber todavía qué hacer con ellas, hiciera que no fuera su hijo.

Ragnarök: El Ocaso de los dioses. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora