ᚲᚨᛈᛁᛏᚢᛚᛟ-19

103 5 21
                                    

Entraron juntos a la casa con el grupo hablando entre sí en la mesa del comedor.
—volviste—dijo Týr—¿cómo te fue?
—la bestia no molestará más—respondió Kratos.
—eso es un maldito alivio—se escuchó de Mimir—así qué dormiste al viejo, Garm ¿no?—Sindri estaba junto a Mimir con una venda en la cabeza bastante molesto. Freya y Valka llegaron poco después.

—Atreus—llamó la diosa—tu decisión de ir a Asgard después de todo lo qué nos hizo pasar…nunca lo entenderé. Pero espero que al menos hayas regresado con algo que podamos usar.
—yo igual—dijo sacando su diario—vengan, les muestro los planes de Odín—todos se agruparon para ver con atención, Atreus giró a Mimir en dirección a su diario—esto es lo que le importa, más que el Ragnarök o lo qué sea. Es esta máscara ¿alguien la reconoce?—preguntó, Sindri de primera mano se cambió de lugar por su molestia y Mimir gruñón asqueado.
—¿Esa cosa? Es un camino sin salida, estaba obsesionado con eso antes de conocerlo. La verdad siempre pensé qué los gigantes se están burlando de él—Atreus le enseñó el diario a Sindri.
—no…—se quiso negar a ver y se terminó rindiendo—bueno, a ver—tomó el diario y solamente se lo extendió a Týr—no.

—te equivocas, Mimir—comentó el dios mirando el diario—esta máscara no es un fraude, los gigantes no la hicieron y solo pocos han podido verla en visiones…nadie sabe su origen pero muchos piensan que puede descubrir los secretos de la mismas creación—Valka lo miraba atentamente y luego miró a Kratos que pensaba en ello.
—¿Es un oráculo?
—mucho más—afirmó Týr—imagina ser uno con una fuente de conocimiento infinita…por esto Odín me torturó—el cuaderno pasó a Freya.

—¿Qué opinas?—preguntó Atreus.
—no…es una obsesión qué nunca me compartió. Pero aunque diga la verdad, su propósito es falso—afirmó la diosa que pasó el cuaderno a Valka—pero di qué opinas.

—bueno…no sabemos y nadie sabe sobre lo qué los gigantes sabían. Eran muy reservados—tomó asiento—las escrituras de la máscara no parecen de los nueve reinos o quizá sean muy antiguas. Tyr ¿cómo sabes esto?
—Los gigantes fueron amables en confiarme algunas cosas que solamente sabían los más ancianos.
—supongo que Freya tiene razón, si Odín quiere esto es por un propósito falso, te mintió pequeño—cerró el diario y se lo entregó—deja ver si puedo averiguar un poco más.

—si esto es así no podemos dejar que nos distraiga—Freya abrió sus brazos—¿Heimdall es nuestro objetivo o no?
—escribiremos nuestra historia de otro modo—aseguró Kratos mirando a su hijo y él sonrió.
—bueno, si no iremos tras Odín debería estar ayudando a mi hermano a luchar en su contra—sentenció y salió de la casa, Atreus quiso caminar tras ella cuando Kratos lo tomó del hombro.
—ya iremos con ella—le dijo y Atreus asintió, finalmente dirigió su mirada a Valka qué le quitaba la venda de la cabeza a Sindri.

—¿Qué tal ahora?—preguntó.
—gracias a Freya y a ti, mucho mejor—suspiró tranquilo y vio a Atreus acercarse a él.
—Sindri, por favor perdóname por lo qué te hice…no tenía control.
—supongo que me costará un poco hacerlo…si tendrás un ataque de ira osuna prefiero saberlo antes ¿sí?
—gracias…

—bien, los demás ya comieron—mencionó Valka—¿gustan algo?
—¡yo otra ronda!—Brok llegó casi corriendo—no interrumpiré sus platicas intelectualoides solamente quiero más. Eso estaba muy rico.
—yo también podría—dijo Sindri.

—pues…suena bien, yo tengo hambre después de esa pelea contra Garm—Atreus sonrió y tomó asiento.
—bien ¿algún gusto en especial?—preguntó Valka yendo a la cocina.
—nada, no soy exigente—Kratos se sentó junto a su hijo y tomó su hombro, Valka se giró a verlos y sonrió.

—se ve que ahora se llevan muy bien, qué lindo—Valka se puso a cocinar, ya habían probado la comida de Týr que por el momento era la más deliciosa pero si Brok rogó por repetir es que de seguro era muy buena.
La mujer sirvió la comida con paciencia y con bastante gusto—disfruten—dijo y luego ella se sentó viendo como los enanos se saboreaban cada bocado.
—hijo—llamó Kratos a su hijo que estaba muy concentrado comiendo y lo tomó con la boca llena, con miradas el espartano señaló a Valka y él también se puso a comer…ya qué su sensación era hasta con la comida y rogaba para qué él también se diera cuenta, él era demasiado bueno haciendo preguntas.

Ragnarök: El Ocaso de los dioses. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora