ᚲᚨᛈᛁᛏᚢᛚᛟ-7

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Kratos caminaba por el bosque, por cuevas…llegando con las lobas de Atreus un poco atrás vio que de seguro su hijo había pasado por un pequeño atajo entre una pared que Kratos rompió con su hacha para poder pasar.

De primera mano encontraron un oso masacrado—un oso…y manchas de sangre que hacen un rastro.
—no te preocupes, hermano, de seguro…emm, hubo una pelea entre osos y Atreus fue a buscar al oso herido, ya sabes como le encanta ayudar animales heridos.
—hay que encontrarlo y rápido—sentenció Kratos que siguió caminado y encontró varios saqueadores que parecían estarlo emboscando, claramente ni pelea pudieron darle y más con su constante frustración de no poder encontrar a Atreus.
—saqueadores…quizá, Atreus pasó entre ellos persiguiendo al animal, disculpa la pregunta pero ¿por qué Atreus no regresaría a casa?
—me acusa de escondernos del destino, además…yo le propuse entrenar.
—¿a mitad de la noche?
—sí…
—hermano, sé que lo estás intentando, mejor vamos a apresurarnos, quizá lo encontramos pronto. El chico ya es todo un guerrero.

—me lo dice seguido, aspira a superarme algún día.
—¿crees que lo logre?
—si no lo hace yo habré fallado—Kratos cortó el tema ahí, un árbol del símbolo de protección había sido derribado entre los árboles había rastros de sangre, mucha…un animal herido parecía haber arrastrado con todo, desde los saqueadores hasta ese oso cerca de casa.
—¡Atreus!—llamó Kratos saliendo de una cueva donde había saqueadores, todos estaban muertos por su mano y simplemente avanzó, no le dio tiempo a reaccionar cuando un enorme oso lo atrapó entre sus garras y lo llevó un despejado, Kratos lo golpeó con fuerza en la cabeza consiguendo soltarse.
—al parecer el oso nos encontró a nosotros—comentó Mimir—¡deja de pelear, pequeño mocoso!

Kratos arremetió contra el inmenso animal, la pelea era muy acalorada, muy…igualada, Kratos había peleado con osos en su pasado pero ninguno era tan terco como este.
Tuvo que desatar su ira después de inútiles ratos de querer matarlo con el hacha, ambos rugieron con tanta rabia que luego se fueron de cabeza a la pelea. El espartano tomó al oso por la cabeza y lo azotó contra el suelo, teniéndolo ahí comenzó a patearlo en la cabeza, el oso quería seguir peleando pero se le terminó la fuerza cuando sintió al dios comenzado a asfixiarlo…el animal se rindió sacando su lengua y parecía que magia dorada lo rodeaba rápidamente, haciendo que Kratos se alejara en el acto viendo como ese inmenso animal se hacía más pequeño…cuando la transformación se fue Kratos quedó horrorizado al ver a Atreus que de alguna manera se había transformado en ese oso que había intentado matar hace un momento, estaba inconsciente.

—Atreus…¡Atreus! ¡ATREUS!—Kratos se acercó en el acto y lo sostuvo entre sus brazos, el joven despertó pero parecía muy confundido.
—¿qué?
—Primero, concéntrate, curate—susurró con suavidad el espartano y Atreus hizo eso mismo cerrando todas las pequeñas heridas que había acumulado en su cuerpo.
—¿qué pasó?
—¿no lo recuerdas?
—yo…—Atreus se puso de pie lentamente mirando la sangre en sus manos un poco—enterré a Fenrir…me sentía…triste, luego enojado y luego tenía miedo—frunció el ceño intentando recordar—yo…¿corrí? Encontré un oso atacando y me…¿defendí?—tenía un gran moretón en el cuello producto del ataque de su propio padre y la acarició levemente—pero tuvo que ser un sueño.

—tus emociones—Kratos se puso de pie, estaba manchado de sangre—te transformaron—Atreus estaba confundido y miró sus manos con detenimiento, se dejó caer de rodillas limpiando sus manos en la nieve.
—no, no sabía que podía hacer eso—Kratos lo tomó del hombro y lo levantó con cuidado.
— no hiciste nada…te superaron—dijo firme y calmado—por eso no debemos abandonar el entrenamiento, no conocemos el alcance de tu poder, será peligroso sin disciplina para controlarlo—Atreus se fastidió rápido y se soltó.
—ya me enseñaste disciplina—respondió el joven con un tono un tanto altanero—necesito más que eso quiero respuestas, respuestas que no tienes.
—respuestas que solo tenía tu madre—respondió él también con frustración—respuestas que escondió—llamó el hacha, la colgó de su broche y caminó dándole la espalda a su hijo.

Ragnarök: El Ocaso de los dioses. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora