ᚲᚨᛈᛁᛏᚢᛚᛟ-30

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Alerta por quizá mucho texto. Sigan viendo.
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—Hubo cambio de planes—dijo Faye cruzando sus brazos.
—Ya sé, llegué tarde—Sindri bajó de la torre.

—Faye dice que cambiaron planes ¿dónde está el ejército?—cuestionó Kratos.
—no morirán más enanos por esto y tu esposa estuvo de acuerdo.

—Sindri, nosotros—quiso hablar Atreus.
—ahórrate el discurso, Odín, los obligó a construir esas máquinas de guerra y estoy aquí para terminar de destruirlas—sentenció y todos los guerreros iban cubriendo a Sindri de los Einherjar.

—antes de romperlas debemos guiarlas hasta la falla—ordenó Kratos.
—Bien, dejen qué los enanos solucionen los errores de los gigantes.
—Sindri—llamó Faye.
—no voy a olvidar que sabías todo y no hiciste nada.
—no es tiempo de pelear—Kratos los iba guiando—tenemos que llegar por detrás de la torre de Asgard.

Siguieron avanzando quedando bastante cerca del muro, Kratos dejó a Mimir mirando el panorama pues la enorme bestia del Ragnarök había llegado a Asgard—¿ahora qué?—preguntaba Atreus al ver que todavía quedaban un par de máquinas de guerra en pie pese al ataque de Daven para destruirlas.
Sindri llevaba un artefacto entre sus manos y la apoyó sobre una piedra, sacó su martillo en el proceso, Faye miró que cerca de las máquinas habían personas asustadas en medio de la guerra y no eran guerreros claramente—¿Sindri…?—llamó preocupada.
—ya no podrás usarnos nunca más—sentenció el enano golpeando el artefacto con su martillo, era de onda sonoras y logró destruir las máquinas…pero terminó afectando a las personas que estaban en el camino.

—¡no!—Faye se acercó a la orilla.
—¿Es más o menos lo qué querían?—Sindri preguntó a ambos gigantes, su mirada estaba perdida y francamente no le importaba ya nada, a Faye le dolió pues su amigo en el pasado era el enano más delicado con todos los seres.
—para nada, ellos nada tenían que ver…—susurró Faye devastada y Atreus negó en repetidas ocasiones.
—no, no quería esto—señaló a las personas qué quedaron en el suelo, heridas y aturdidos—no. Cierra tu corazón, cierra tu corazón—se repitió a sí mismo cerrando sus ojos y Kratos lo miró con atención y luego a las personas.

—¿quiénes son?—preguntó.
—personas—respondió Faye—de Midgard…
—no son guerreros—añadió Atreus y Kratos lo entendió "carne de cañón".
—Odín los puso aquí para morir—completó Kratos.

—es una guerra, las guerras las ganan aquellos que están dispuestos a sacrificarlo todo—el espartano escuchó con atención a su hijo…las palabras que él mismo le había dicho, por su propia boca sonaba muy mal y finalmente se dio cuenta que esa batalla era por motivaciones equivocadas. Sacó una baliza de su bolsillo y la accionó para que los aliados fueran hacia él.
—¿qué haces?—preguntó Atreus, Faye miró desde una distancia prudente con suma atención, Kratos rápidamente lo miró con detenimiento…un momento emotivo aunque fuera en medio de la guerra.
—hijo, escucha atentamente…tu sientes su dolor porque tú eres así y no debes sacrificar eso NUNCA, por nadie—Kratos subió su mano lentamente al rostro del joven y sostuvo su mejilla—me equivoqué, Atreus…me equivoqué. Abre tu corazón a su sufrimiento, ese es el deseo de tu madre—miró a Faye que apenas podía contener las lágrimas—y también el mío. Hoy hijo, hoy, seremos mejores.

Al joven se le escapó una lágrima pues finalmente podía actuar con su corazón…pese a que estuvo a nada de dejarse llevar por el odio—pero…¿qué podemos hacer?—preguntó y Kratos limpió su mejilla suavizando su mirada, pero todos los aliados habían llegado así que tuvo que ponerles atención pero Faye se acercó tomando los hombros de Atreus.
—qué orgullo me dan—susurró feliz y prestó atención a la situación, algunos de los aliados tenían arañazos y estaban sucios.

Ragnarök: El Ocaso de los dioses. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora