ᚲᚨᛈᛁᛏᚢᛚᛟ-23

83 8 6
                                    

—¿por dónde debemos empezar?—preguntó Daven una vez los demás se retiraron, solamente quedando Kratos, Atreus, Mimir y Daven.

—¿Tienes algo con su aroma?—preguntó el joven.
—algo con su aroma…pues, tengo esta pulsera—sacó dicho artefacto de su bolsillo—es su favorita ¿Tienes algún animal que pueda rastrear?

—algo así, entrené lobos para rastrear…y yo soy un cambiaformas—dijo sonriendo—yo lo rastreo y te llevo hasta ella.
—Atreus—llamó Kratos con preocupación—todavía no lo controlas bien.
—Padre, es nuestra única opción. Confía en mí…puedo hacerlo.

—vamos, hermano, no perdemos nada con intentar, todos estuvimos de acuerdo con ayudar a Daven—Kratos gruñó ante la respuesta de Mimir y el espartano tuvo que estar de acuerdo.
—bien, aquí voy—Atreus suspiró profundamente, tenía que transformarse sin sentir ira de por medio…tenía que controlarlo. La magia lo rodeó y de golpe ya era un lobo, su padre era la primera vez que lo veía tan detallado, un lobo pelirrojo y de ojos azules.

—vaya, entonces las transformaciones llevan su marca—dijo Mimir—¡impresionante, muchacho!—Atreus ladró en respuesta muy alegre—aunque no puedes hablar así, supongo que son pequeños detalles.

—ven, Kratos, te doy una montura y vamos—Daven tocó a su caballo y con su magia helada los dividió en dos…siendo uno de ellos hecho con escarcha—es seguro, podemos irnos.

—iré cerca de Atreus, no tomaré ningún riesgo—sentenció.
—Yo lo cuido también, tengo la mejor puntería de los reinos y soy el mejor cazador, no dejaré que nadie lo dañe—empezaron su cabalgata pero era algo lenta pues Atreus estaba rastreando.

—dígame, majestad ¿cómo decidió cuándo atacar?—preguntó Mimir para hacer el camino más ameno.
—pues, tenía todo, los lugares a atacar, las estrategias,  a quiénes matar…tuve años para prepararme pero tenía un problema nada más. Heimdall, ese perro faldero de Odín rondaba el reino cada poco y pues se hizo difícil moverse, hace un par de días aproveché que no sentí su presencia en el reino y ataque…ya quiero ver su cara cuando regrese de Asgard y vea que no puede entrar más—decía Daven con ilusión pero mencionar a ese dios causó un silencio incómodo—ese silencio me dice ¿tuvieron algo que ver?

—pues Heimdall no va a regresar porque está muerto, mi señor—el peliblanco abrió su boca de la impresión—Kratos acabó con él.
—amenazó la vida de mi hijo, pensé en perdonar su vida pero no me dio elecciones…tenía que protegerlo.
—entiendo, lo entiendo. Vaya que tener hijos hace cosas impresionantes, ver que limite podría cruzar un padre por su hijo me ha parecido fascinante siempre—añadió—¿cómo es qué están involucrados en esto?

—ayudamos a Freya a rescatar a su hermano—dijo Kratos—Freyr fue capturado cuando te estaba buscando…la noche en la que lo rescatamos murió Heimdall.
—solamente quiero añadir que…Odín va a investigar esto a fondo, debes tener cuidado, Kratos.

—no le temo a Odín, haré lo que sea por mi hijo—sentenció, iban hablando mientras Atreus caminaba delante de ellos.

—es impresionante tu poder, recuperaste el reino en un día—añadió Kratos.
—en realidad llevo años poniendo piedras en el camino de Odín—Daven sonrió—atacaba cuando sabía que Heimdall no estaba aquí, luego se daba cuenta y ese maldito regresaba rápido, cuando lo mataste empecé a atacar pero yo pensé qué se había ido porque cuando me moví él no volvió. No tenía idea que estaba muerto ¿y el Gjallarhorn?

Kratos se lo mostró—luego investigo más—y lo guardó—eres diferente a tu hermano.
—Freyr siempre fue un inmaduro, era divertido pero es pésimo líder siempre veía a Freya a cargo de todo en el reino.
—y tú tienes disciplina, enfoque, poder.
—gracias.
—me caes bien—Mimir sonrió al escuchar a Kratos.
—al parecer hiciste un nuevo amigo, hermano.

Ragnarök: El Ocaso de los dioses. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora