ᚲᚨᛈᛁᛏᚢᛚᛟ-29

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Kratos tomó pintura amarilla con su mano porque ella lo esperaba con la mano extendida para ponerle la pintura, Faye siempre había amado esas cosas en lugar de simplemente ella tomar la pintura por su cuenta, quería que su esposo participara...él se notaba serio-morir, es una parte natural de la vida, mi amor. Solo quiero estar preparada para cuando me llegue la hora...-la mujer se arrodilló y apoyó su mano en el tronco del árbol, sabiendo a fondo lo que va a suceder...el viaje al que iba a mandar a su esposo y su pequeño hijo, cerró sus ojos y aunque no tenía a quién rezar pero pedía que su plan diera resultado. Faye abrió sus ojos tomando aire y se puso de pie-los mortales debemos hacer estas cosas, me alegra que te prepares conmigo-dijo con su voz dulce y Kratos no podía hacerle la contraria pues era un sueño pero adoraba su mirada que ahora era tan distinta, en una época dónde no necesitaban de hablar para poder entenderse, Faye avanzó y Kratos tomando la cubeta de pintura la siguió sin rechistar-estás callado.

-no tengo nada qué decir.
-igual di algo, disfruto mucho escuchar tu voz-decía ella juguetona y Kratos le puso más pintura en la mano pues ella era quién escogía qué árboles marcar.
-Una pira funeraria. Yo hubiese elegido otra cosa.
-¿eh?-Faye le sonrió antes de marcar el árbol.

Siguieron su camino y como ella había pedido Kratos siguió hablando-en mi tierra, sepultados a los nuestros-la mujer se detuvo en el siguiente árbol estirando su mano.
-¿me apresarías en la tierra por toda la eternidad?-preguntó divertida.
-así te tendría cerca de mí-Kratos adoró su risa dulce.
-Que conmovedor, mi cuerpo putrefacto te traería consuelo. Una vez intentaste hacerte cargo de tu fin ¿no?
-Eso fue diferente.
-las circunstancias sí, pero no el propósito.

Estaban cerca de la casa para marcar el último árbol, Faye se puso de rodillas y Kratos junto a ella manchando su mano de pintura, la mujer sintió las caricias de parte de su marido pintando su mano en el proceso-te preparas para un futuro distante, aún nos queda mucho tiempo-dijo, para ella era gracioso que el hombre rudo siempre hablaba muy suave con ella...era delicado y que pese ya haber pasado tantos años juntos para él no era suficiente...para ella tampoco, pero Faye tenía clara sus prioridades: su familia. Precisamente.
-Deseo un mejor futuro qué exista sin mí-dijo tomando pintura con su mano limpia-sin importar cuando, para ti-sonriendo manchó la nariz de Kratos-y para nuestro hijo-se giró para marcar el árbol pero sintió el suspiro de Kratos, que le dolía pensar solamente en perderla, Faye lo miró y se acercó a él tomando su hombro.

-siempre caminaremos juntos, Kratos...siempre serás una parte de mí. Siempre seré una parte de ti-intentó consolarlo.
-y cuando te vayas esa parte de mí también muere-Faye supo sus palabras, tampoco quería dejarlo y le estaba rompiendo el corazón pero debía ser sabia para él-Faye, él sentir tu ausencia.
-no...la culminación del amor es el dolor y aún así amamos, a pesar de lo inevitable-tomó su mejilla-nuestro hijo...nuestro tesoro estará contigo-tomó fuerza y apoyándose en su hombro se puso de pie-cuando la pira se extinga y juntes mis cenizas. Las vas a arrojar del pico más alto de todos los reinos junto a nuestro hijo-Kratos rápidamente se puso de pie mirándola, él no podía creer que llegaría un día en el que simplemente no la volvería a ver y el dios se dio cuenta del dolor con el que ella hablaba-tú harás esto por mí-le extendió la mano y él la tomó sin dudar, su última promesa como guerreros, Faye tomó su antebrazo con su mano libre-el sufrimiento significa haber amado a pleno...abre tu corazón al mundo, tal cómo lo hiciste conmigo y encontrarás cada motivo para seguir viviendo en él-y Kratos finalmente lo entendió, su último regalo era que finalmente pudiera ser libre.

Se miraron, se amaban demasiado pero no necesitaban de poemas o palabras para expresarlo pues las acciones valían más que mil palabras, marido y mujer juntaron lentamente sus frentes mientras cerraban sus ojos.

Kratos abrió sus ojos estando en la tienda de campaña...ese sueño era justo lo que necesitaba para tener valor y tomar su decisión, al ver fuera de la tienda ya era de mañana entre las intensas tormentas y vio a su hijo dormido a su lado...se veía tan tranquilo qué le dolía saber lo qué iba a suceder ese día, pero era la hora-Atreus-tomó su hombro mientras lo llamó suavemente, el nombrado se sentó de golpe-es hora.
Seguía algo adormilado y se frotó los ojos espantando el sueño, de no ser por lo que iba a pasar de hecho había dormido muy bien-te veo afuera, padre-pero rápidamente se corrigió pues en la noche debió haber tomado su decisión-señor-dijo como si fuera su capitán en lugar de su padre. Atreus salió de la tienda y Kratos tomó sus armas, por último tomó el hacha y miró la hoja con atención, frunció el ceño ahora seguro de lo qué debía hacer.

Ragnarök: El Ocaso de los dioses. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora