ᚲᚨᛈᛁᛏᚢᛚᛟ-39

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El sol iba tomando poder, la familia dentro de la cabaña dormía con total tranquilidad, Atreus en su habitación y la pareja por separado en su propia habitación, Kratos dormía entre los brazos de su esposa como adoraba dormir así. Ella estaba cansada de seguro y aún cuando él despertó primero la dejó dormir un poco más, como en antaño podía dormir en total paz junto con ella y besó su mano con delicadeza mirando de reojo su anillo.
Subió su mirada a ella y plantó un beso en su cuello, el cosquilleo de su barba terminó por despertarla—¿eh? Buenos días, amor—dijo con dulzura pero él no respondió, Faye supuso qué algunas cosas simplemente nunca cambian y comenzó a reír.

Ambos guerreros se levantaron, Kratos miró a su esposa estirarse por completo justo cómo hacía cada mañana, se puso su vestido y por fuera se escuchó a Atreus pasar hacia el comedor bostezando en el proceso, Kratos sin ponerse todavía su armadura salió de la habitación solamente con sus pantalones puestos—buenos días, hermanos, my lady, vaya que estaban cansados—los recibió Mimir saludando con su elocuente voz.

—buenos días a todos—Atreus estaba todo despeinado y se fue a preparar el desayuno.
—vaya, Atreus no está acostumbrado a tener el cabello largo—comentó Faye, Kratos gruñó y se sentó—tú nunca dejaste de gruñir, hay cosas que nunca cambian.

—ahora me baño y me peino es qué…a veces tenía tiempo de no dormir en una cama, en especial en la mía—comentó—tú siéntate, mamá, yo me encargo de la comida, igual tú, papá.

Atreus comenzó a cocinar, Faye se empezó a peinar como antes con trenzas solamente en la mitad de su cabello—no tengo ropa para pelear…
—Lunda te preparó una armadura.
—¿cuándo lo hiciste? ¿De qué me perdí?

—se lo pedimos a Huggin—comentó Atreus.
—¿Huggin? ¿el cuervo de Odín?
—sobrevivió y ahora que es libre nos ayuda mandando notas entre todos nosotros y nos mantiene comunicados—dijo Kratos.
—lo alimentamos bien entre todos y alguna que otra vez duerme aquí—terminó Mimir.

Pasando la mañana Lunda dejó la nueva armadura en la cabaña pero se quedó para ver los detalles—escogí el amarillo porque contrasta con tu cabello y tus ojos, pero necesito ver si te queda bien, es difícil hacer una armadura para personas tan grandes.
—mamá es muy alta—comentó Atreus ya peinado, trenzas mejor hechas gracias a Faye.

—bien, ahora vengo—comentó la jötnar yendo a cambiarse.
—tu esposa es muy bella, general, sí qué eres todo un galán—guiñó la herrera, Kratos todavía se sentía algo raro con sus comentarios y en especial frente de su hijo, Atreus nada más se hacía el qué no escuchaba.
Faye salió de la habitación con un vestido amarillo largo hasta sus pantorrillas y abierto en dos por en frente, con bordados rojos en todas las orillas, una armadura que cubría todo su pecho y un par de armadura para brazos—es como si tuviera el sello de los hermanos Huldra—dijo y Faye sonrió.

—te lo agradezco mucho, Lunda, eres igual de talentosa que ellos, Brok estaría muy orgulloso de ti. Kratos si me lo permites—comentó Faye y él asintió—gracias…¿saben dónde fue el funeral de Brok?

—¿cómo sabes qué hicimos un funeral?—preguntó Lunda sorprendida.
—iba a ser una falta de respeto no hacerlo te lo aseguro. Quisiera ir, no pude estar ahí—Atreus tomó la mano de su madre y Faye lo abrazó con fuerza—quiero despedirme de mi amigo.
—Faye, diste tu vida por la de Atreus, no fue tu culpa—Kratos tomó los hombros de su esposa.

—Yo quiero ir antes de ir a dónde tengas que llevarnos, por favor.
—bien, iremos—Kratos salió de casa junto a Lunda y su familia yendo rápidamente a Svartalfheim…Faye tenía muchos años qué no pisaba esa parte del reino, era una costa cerca de los humedales, Faye suspiró y se acercó a la orilla sentándose sobre sus rodillas mirando el agua, Kratos le contó qué su cuerpo fue quemado en un bote—Faye—llamó Kratos cerca de ella.

Ragnarök: El Ocaso de los dioses. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora