Ragnarök: El Ocaso de los dioses.

ᚲᚨᛈᛁᛏᚢᛚᛟ-15.2

La diferencia en la altura no asustaba a Heimdal.
—¿cómo piensas detenerme?—Thor se hizo a un lado y se miraron fijamente.
—mírame a los ojos…tú dime—miró al joven detrás de él y luego a Heimdal que terminó tirando la flecha al suelo en dirección de Atreus.
—eres un hombre enfermo—sentenció señalando y se alejó finalmente.

El sonido de cuervos detrás de todos, Odín hizo acto de presencia—¡Loki! Lo lograste, es un honor de verdad. Veo que conociste a Heimdal, lee mentes para mí—el nombrado se acercó nuevamente.
—El niño, es falso, padre de todo.
—este jovencito. QUE ES MI INVITADO, está cubierto de lodo ¿gustas explicarlo?—Atreus estaba terriblemente confundido pero tenía el arco en mano, simplemente viéndolos discutir.
Heimdall se reverenció ante él—quiere traicionarlo—Odín suspiró del asombro y miró a Atreus.
—¿eso es cierto, Loki? ¿Eres un embustero?
—ah…
—estoy bromeando ¡Claro que quiere traicionarme!—el dios se detuvo en seco y regresó hacia Heimdal—¿para qué más vendría? No le he dado razones para confiar, aún…pero tiene tantas preguntas y yo muchas respuestas.
—pero padre de todo—Odín estaba fastidiado—Heimdal ¿puedes relajarte?—miró a Atreus—¿planeabas matarme a simple vista?—el joven respondió guardando su arco—¿ves?—pero el dios frente a él no se miraba convencido—anda, ve a lavarte. Largo de aquí, tú puedes irte—dijo a su hijo Thor.
—con gusto—el enorme dios se retiró y Heimdal haciendo una reverencia lenta se retiró enfurecido pues el chiquillo terminó ganando.

—lo es. Lo sé, muy perceptivo pero a veces se le olvida pensar ¿sabes?—lo primero que Atreus aprendió era que el sonido de los cuervos era que Odín estaba por moverse a otro lugar—sabes tengo que irme—los cuervos los envolvieron y simplemente terminaron dentro del hospedaje, Atreus todavía tenía que acostumbrarse a eso—dime ¿cómo se tomó tu padre la noticia que aceptaste mi invitación?—preguntó bastante amable, no parecía ser el psicópata que todos decían pero no debía dejarse engañar.

—no vine para hablar sobre mi padre.
—¿así de bien? Entiendo, sé que puede ser difícil después de tantas disputas y entre mi ex esposa y mi antiguo empleado, él no parece muy imparcial. Pero tú eres curioso, de mente abierta—ambos pasaban por encima de un campo de entrenamiento para los Einherjar donde apenas un par de valkirias los estaban entrenando—tienes suerte que mi oferta siguiera en pie después de haber liberado a Týr. Pero supongo que pasar tiempo con él es suficiente castigo ¿no?, Mimir no perdió su sentido del humor ni un poco. ¡Oye!¡Los quiero entrenados no decapitados, del cuello hacia abajo!

Al seguir avanzando, Atreus vio como recibía a los Einherjar, les regresaba su identidad con algún hechizo y conoció a la nueva reina valkiria, la reina Gná. Después su siguiente parada fue en el gran hospedaje donde Atreus se le hizo la oferta de trabajar junto a Odín como su estudiante y no como su sirviente, se le regalaron libros de la colección personal de Odín y se preguntó cuánto de ese contenido era robado de otros reinos. Odín le presentó una habitación vacía—llegamos a tu cuarto.
—¿Mi habitación?
—quién sabe cuánto tiempo quieras quedarte, mira y toma lo que quieras, ordena, desordena. No eres mi prisionero y más importante no soy tu padre—ese bombardeo de comodidades fue algo extraño para Atreus pero debía aceptarlo por educación, llevaba una pila de libros en sus manos y miró dentro, además recordó la promesa de Odín de no herir a nadie de su familia alegando que solamente quería la paz…algo que era poco creíble.

—padre de todo, hay un asunto que requiere su atención—se escuchó de una mujer, Atreus miró y era una bella mujer de cabellera rubia y verdaderamente larga, vestido azul y tatuajes en su brazo izquierdo.
—¡Sif! Olvidaste saludar a nuestro invitado, Loki—la legendaria Lady Sif, la esposa de Thor, la bella mujer miró a Atreus y frunció el ceño.
—¿Este es él? Aquí…en nuestra casa—Atreus intentó sonreír pero se sentía en mucho peligro.