ᚲᚨᛈᛁᛏᚢᛚᛟ-1

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El Fimbulvetr había comenzado, la muerte de Baldur había de verdad iniciado el invierno de los inviernos.

Kratos y Atreus debían prepararse para un futuro, una posible pelea para la cual no estaban listos, con la compañía de Mimir…el hombre más inteligente del mundo, un peculiar grupo que debían ser listos para poder sobrevivir. Desde que cumplieron el último deseo de Faye y esparcieron sus cenizas y Kratos vio la profecía de su muerte supo que debía preparar a Atreus para sobrevivir solo…temía no estar siempre para protegerlo y mientras fuera pequeño lo iba a entrenar para vivir solo por más que eso le doliera en el alma, no sabía si ese muro podría cumplirse ya que estaba destruido y su esposa no pudo decirle nada, estar sin saber demasiado era tortuoso hasta cierto punto.

Apenas meses habían pasado mientras Midgard se congeló por completo, las fuentes de agua eran escasas, los animales empezaban a esconderse de las tormentas de nieve…el templo de Tyr quedó completamente inútil además que Odín cerró el acceso entre los reinos dejando a la familia encerrada en Midgard salvaje.
Freya, la diosa la cual su hijo había sido asesinado por Kratos y Atreus buscaba venganza, cada vez que salían del bosque recibían un ataque donde Kratos debía huir con su hijo pues no debían enfrentarse a ella…primero que nada Kratos debía asegurarse de tener refugio y comida asegurada.

Buscando en el bosque encontró pocas provisiones durante los días donde no había tormenta, Kratos salía a cazar lo que podía…entre él y Atreus repararon el techo.

Ese día, seis meses después del Fimbulvetr había iniciado, padre e hijo habían salido a buscar comida, pero en la tormenta se terminaron alejando demasiado de la casa que estaba dentro del símbolo de protección todavía roto y pronto se iban a congelar si no conseguían refugio.
—¡hermano! ¡En aquella cueva!—gritó Mimir mientras Kratos llevaba a su hijo de la mano porque podía perderse en la tormenta donde no podían ver ni sus propios pies.
—Bien hecho, Mimir—dijo Kratos mientras metió al menor a la cueva buscando un refugio de la tormenta.
—creo que se me caerán los dedos…—Atreus estaba temblando, su cuerpo pequeño no podía retener tanto calor en ese clima, el espartano dejó a Mimir con él y recogió la mayor cantidad de leña posible para hacer fuego dentro de la cueva.

—Quédate aquí, Atreus, volveré enseguida—sentenció Kratos.
—¿A dónde vas?—preguntó el pequeño.
—no vas a soportar mucho en este clima, debemos ir a casa y pronto, trataré de llegar a la casa y traer algo para cubrirte.
—hermano, sin ofender pero tampoco estás muy apto para este invierno—llamó Mimir—nos vamos a congelar a este paso, teníamos que salir con tremenda tormenta.
—En nuestra defensa el clima no estaba mal cuando salimos—comentó Atreus intentando calentar sus manos en el fuego.
—Antes de irme…Atreus, muéstrame que tanto nos falta por explorar.

El menor sacó su diario y comenzó a pasar las páginas entre dibujos, historias y al final estaba un mapa de Midgard dibujado por él mismo, Kratos se agachó a su altura para ver mejor—bien…fuimos a todos los puntos e islas que pudimos antes del Fimbulvetr, ya fuimos a las minas de Völundr, el almacén de Fafnir y ya tenemos todo lo que pudimos recoger, no hay más que explorar porque el hielo colapsó y bloqueó muchos puntos del lago ¿ves?—con su lápiz encerró los lugares donde hubieron cascadas—pasamos cerca de Freya pero ha estado intentando matarnos desde hace tiempo ¿qué haremos?
—reparar el símbolo de protección que tu madre nos dejó—dijo Kratos y Atreus lo miró con preocupación.

—¿cómo? Solamente ella sabía hacer eso.
—Ya veremos la manera…primero debes tener calor, quédate cerca del fuego y yo iré a casa por algo para cubrirte, Mimir se queda contigo.
—sí, hermanito, quisiera que me enseñes tus
dibujos ¿estuviste practicando, no?—Atreus sonrió y asintió, Kratos tomó su mejilla antes de irse.
—no salgas de aquí y está atento a tu alrededor si hay peligro sabes qué hacer—sentenció y aunque estaba preocupado por dejar a su hijo solo tenía que ponerlo lejos del frío así que corrió lo más rápido posible a casa…

Atreus estaba casi dormido cerca del fuego todavía temblando un poco cuando escuchó la nieve crujir, la tormenta no parecía querer detenerse pero el sonido del viento no lo distrajo de los pasos que escuchó así que aunque sus dedos le dolían se preparó para disparar.
Vio una enorme silueta parecía del tamaño de un oso desde su altura, era un hombre con un capa de piel en su espalda y un paño cubriendo su nariz y boca para que su aliento no se enfriara, Atreus intentó ver mejor y bajó su arco—padre—dijo acercándose a toda velocidad.
—que alivio, hermano, pensé que nos iba a atacar un oso.
—nos vamos a casa, ahora—ordenó Kratos y Atreus le entregó a Mimir, el espartano hizo algo insólito, se quitó la capa—sube, Atreus.

—¿en serio? Tengo frío pero puedo caminar—mencionó el menor.
—¿quieres perder los dedos de tus pies? Sube—volvió a ordenar Kratos y Atreus simplemente le hizo caso, una vez el menor estaba sobre la espalda de su padre este lo cubrió con la capa por completo—nos vamos.

Comenzando la caminata hacia la cabaña en medio del infernal viento, Atreus se aferró a la espalda del mayor intentando mantener su calor, no podía ver nada pues estaba tapado por completo pero cuando dejó de escuchar el chillido del viento supo estaba en casa, el techo ya había sido reparado antes de que las tormentas empezaran a empeorar…Atreus bajó y fue casi corriendo al fuego mientras Kratos colgó el hacha en la pared, en un pilar también estaban las espadas del caos pero no iba a usarlas de no ser necesario.

—¿Qué haremos ahora, padre?
—esperar que la tormenta se calme, después debemos comenzar tu entrenamiento—ahora descansa, mañana tendremos trabajo que hacer.
—sí, señor—Atreus se acostó a dormir y se tapó con su sábana—buenas noches, padre, Mimir.
—descansen hermanos, esperemos el sol brille mañana para nosotros—Mimir cerró sus ojos y Kratos siempre era el último en dormir, se quedaba viendo la casa…pensando en el futuro y en su esposa, Faye rondaba por su cabeza cada noche quizá tenía de consuelo poder verla en sueños y tener a su hijo con él. Pero debía prepararlo para su futuro.

Kratos acarició un poco la cabeza de Atreus mientras este dormía y luego se dispuso a descansar…había demasiado por hacer.

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¡Hola! Bienvenidos a este fanfic, por el momento parece que están leyendo el god of war pero aquí xd, mientras vaya avanzado la historia verán los cambios.

Espero les guste este igualmente y ya estoy trabajando en otro, voten y comenten si les agrada, gracias por todo nuevamente. <3

Ragnarök: El Ocaso de los dioses. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora