ᚲᚨᛈᛁᛏᚢᛚᛟ-13

88 7 0
                                    


Atreus caminaba por su habitación mientras no sabía qué hacer con toda esa rabia que se le juntó de repente.
—de verdad debes comer—mencionó Sindri que simplemente apareció en la habitación con el plato que Atreus dejó en sus manos—todos los días hay gente que reza por comida…
—¡no lo entiendo! ¿Por qué se habla de Loki, el campeón y el bosque de hierro si todo es mentira?—preguntó mirándolo y tomó una flecha entre sus manos, la dobló pero queriendo controlar su ira no la rompió…pero pensar que no tenía el apoyo ni la confianza de su padre lo hizo explotar—él es tan…¡agh!—clavó la flecha en un barril con violencia y caminó directo a su cama…era su padre después de todo y debía intentar entenderlo.

Sindri sacó un artefacto de su bolso de trucos para apoyar el plato sobre la mesa más cercana y se fue a sentar junto al joven jötnar…quería abrazarlo aunque su miedo a la suciedad era muy grande, el ser hijo de Faye hacía que tomase ese esfuerzo y lo hizo, Atreus al principio le evitó la mirada pero luego entendió que quería ayudarlo—¿me permites darte el mejor consejo de este día y quizá para toda tu vida?—llamó Sindri y Atreus lo miró—duerme, así se olvidan todos los males que atormentan tu mente.
—dormir…claro, suena bien—asintió el joven y Sindri lo señaló.
—hablo en serio.
—yo igual…ya sal de aquí—dijo Atreus sonriendo y Sindri se retiró mirando su mano como si estuviera a nada de meterla en la forja.
—ya me fui—se despidió y Atreus se fijó mucho cuando se retiró, sacando la canica que había encontrado en el santuario de Gróa y se recostó en su cama observando la canica, pero después de un día entero de aventuras y alguna pelea…le dio mucho sueño además que se había encerrado sin comer.

—bosque de hierro…—susurró y mantuvo la canica en sus manos mientras cerró sus ojos imaginando el panorama de un páramo supuestamente inexistente.
—Loki—escuchó de una voz de una joven mujer, quiso pensar que era su madre pero conocía demasiado bien su voz como para que lo fuera…era alguien más, despertó lo que pensó que era un sueño, despertó en un páramo dorado…como dentro de algún santuario pero eso era otra cosa, se levantó mirando a su alrededor con mucha confusión, de las primeras cosas que vio ahí fue una ilusión de él mismo cuando era niño intentando alcanzar una máscara extraña.
—¿qué pasa? ¿Era una máscara?—preguntó en voz alta pese a no tener respuesta y luego vio recuerdos de su infancia siendo arrogante cuando se enteró que era un dios, fue muy constante y repetitivo—¡por favor dime dónde estoy! ¡Para!—al decir eso la arena se deslizó y cayó al vacío a lo que parecía ser otro sitio, caminando sin un rumbo fijo vio en la orilla de la plataforma la misma sombra de su infancia mirándolo fijamente, cuando intentó acercarse este se lanzó al vacío. Atreus lo siguió pero se detuvo en la orilla mirando al vacío—¿muy bien…?

—debería pagar por lo que dijo sobre madre—escuchó de su propia voz infantil y se dio cuenta en la posición en la que estaba.
—ay, no…—se giró y el lugar donde estaba parado parecía haberse transformado en algo pegajoso que lo hizo caer sobre su rodilla…tal y como cuando asesinó a Modi—pero somos dioses, podremos hacer todo lo que queramos.
—por favor…espera—rogó pero la sombra lo apuñaló en el cuello y cayó de espaldas, mientras una sombra de su padre apartó a la versión pequeña de él.

Atreus se puso la mano en el cuello sintiendo la herida sangrar—¿por qué pasa esto?—se preguntó, al alzar la vista la sombra corrió hacia él para intentar patearlo al vacío.
—este cuchillo es mucho mejor que el de madre—dijo la sombra.
—¡por favor, espera!—respondió Atreus y un ruido estruendoso hizo que ambas sombras se fueran huyendo, se recostó intentando descansar su mente de tanto mareo de ese lugar y al sentarse vio que estaba en un lugar completamente distinto…un bosque de frutos y flora extraña, algo que nunca había visto pero los árboles eran naranjas—¿dónde estoy?—se preguntó…¿había viajada por accidente a otro reino? Si era así ¿a cuál? Se puso de pie observando el bello panorama y de una roca en la altura un lobo se asomó asombrado al joven—calma…—el animal simplemente bajó y caminó como esperando a que Atreus lo siguiera—¿a dónde vas? ¿Debo seguirte?—no tuvo otra opción más que seguirlo. Mientras iba caminando más lobos se le iban uniendo y él les preguntaba si acaso estaba en el bosque de hierro pero solamente podía sentir de los lobos que debía seguirlo a través de diferentes paisajes hasta que llegó a un claro en el sitio…miraba por el paisaje.

Ragnarök: El Ocaso de los dioses. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora