ᚲᚨᛈᛁᛏᚢᛚᛟ-36

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—gracias por haberlo cuidado, Angrboda—dijo Atreus y ella asintió.
—es todo un gusto…

—te dejaste crecer el cabello—comentó Kratos cuando acarició su cabello—tu voz cambió.
—dije que me lo dejaría crecer y…creo que tendré la voz como tú—y de hecho la voz de Atreus era mucho más grave pero seguía siendo la de un joven, Kratos lo tomó de los hombros y lo miró de arriba a abajo—hice mi ropa, mucho mejor qué la última vez y…pues—Atreus solamente estaba una cabeza abajo de su padre…era increíblemente alto.

—qué apuesto muchacho—dijo Freyr desde la distancia.
—tiene buenos genes—comentó Daven—bienvenido de vuelta, Atreus.

—gracias a todos por haber cuidado de mi padre—el joven se inclinó ante todos y luego Kratos lo abrazó por el hombro—luego les contaré sobre todos los lados dónde terminé.
Atreus abrazó a todos y cada uno con bastante alegría—Freya.

—Atreus, nos trae bastante alegría tenerte de regreso—dijo la diosa en el abrazo—eres ya todo un dios.
—gracias, Freya. Te ves muy hermosa ahora…tú también, Erya—la nombrada también lo abrazó.

—¡qué lindo se puso! Te vienes pareciendo un poco más a tu padre—aseguró.
—en efecto, bastante guapo ¿así te veías de joven, Kratos?—preguntó Lunda y fue inevitable que se pusiera incómodo.

—¿le estás coqueteando a mi papá, enfrente de mí?—la voz profunda de Atreus puso en alarma a Lunda y se sintió nerviosa.
—yo…ah—Atreus se comenzó a reír en voz baja.
—bromeo, pero sabes lo qué sucedió con mi madre.

—estoy jugando igualmente—la herrera se comenzó a reír—solo tengo admiración por los musculosos como tu padre, justo como los quiero.

Thrud se acercó a él y tomó su brazo—ya tienes músculos.
—estuve entrenando muy duro mientras estuve fuera…ahora tengo mucha más fuerza, espero pronto puedan ver también todo el poder qué tengo—los ojos de Atreus ahora se veían mucho más intimidantes qué antes pero no perdía su espíritu bondadoso.

Se escuchó un ladrido fuerte de lejos y Atreus corrió hacia ahí rápidamente—¡Fenrir! Cómo te extrañé, chico—el lobo le dio una gran lamida—sí…no te volveré a dejar—acarició su hocico—buen muchacho. Sé qué te portaste bien, no hace falta qué lo digas.

—¿Qué les parece el mural? Yo dibujé y Angrboda lo pintó.
—es hermoso—dijo Mimir entre llanto.

—también te extrañé, Mimir, sobre todo tu acento extraño—Atreus no pudo evitar reír y Mimir igual.
—por esta vez lo dejo pasar, nada más porque te quiero.

—Skjöldr ¿tú qué has hecho?
—pues saqué la moneda qué me dijiste y…¡la vendí!
—¿de verdad?

—He viajado por el reino y el pueblo me nombró su líder, soy una especie de príncipe o algo así…
Atreus hizo una mueca de aprobación—hasta de la nobleza me salió. Me alegro por ti.

—¿qué les parece una fiesta para celebrar el regreso de Atreus?—sugirió Freyr pero el joven se negó.
—no quisiera gastar tiempo en celebraciones…todavía hay algo que tengo pendiente con Jötunheimen y quisiera recuperar el tiempo perdido con mi padre—dijo con suavidad y los presentes sintieron ternura.

—yo sí quisiera celebrarlo…—comentó Kratos—tenemos promesas qué cumplir.

—yo lo decía por ti pero si así lo deseas…hagamos una fiesta entre nosotros—Atreus alzó su mano y todos festejaron con bastante ruido—entonces, déjenme cazar para ustedes—cuando quiso avanzar Daven lo tomó del hombro.

—no puedo permitirlo, acabas de llegar y trabajaste en este hermoso mural. Debes estar agotado.
—quiero hacerlo…además, hice una pintura yo solo—señaló a la pared y por separado había una pintura de Brok y Faye, Kratos notó qué era Faye y no el cuerpo resucitado…—merecían respeto. Brok y mamá, el mural de los héroes caídos ¿qué les parece?

Ragnarök: El Ocaso de los dioses. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora