ÁNGELA
Supongo que a veces necesitamos tener tiempo para nosotros mismos y para pensar, pero también necesitamos tiempo con la familia y/o con los amigos por eso me ha parecido súper buen plan lo de ir al centro comercial con Julia y mi madre, algo así como un día de chicas.
Las tres vamos en el coche cantando o más bien chillando, pero es que con las canciones que suenan hay que cantar a todo pulmón, como si nadie nos estuviera prestando atención y espero que no nos estén escuchando. Tengo que decir de antemano que si llueve no es culpa nuestra, si no de los astros que se han alineado para que llueva. Y si eso no tiene sentido, también pido perdón, no entiendo de temas meteorológicos, yo solo escucho lo que dice el del tiempo.
Llegamos al centro comercial y lo primero que hacemos antes de ir a las tiendas es desayunar. Julia nos lleva a una cafetería donde, según ella, sirven los mejores crepes del mundo así que tengo que probarlos para corroborar la información.
—Mamá, ¿has oído hablar de la leyenda de Katherine y Salem? —Le pregunto. Julia me ha creado la necesidad de saber qué ocurrió realmente con la pirata y saber si tuvo descendencia, quizá en el pueblo viva familia de Katherine y nosotras ni enteradas.
—Algo he oído, ¿por?
—Porque llevo años buscando información sobre ella, pero como en el pueblo todos odian a los piratas pues nadie me da respuestas verdaderas. —Responde Julia.
—¿Habéis mirado en la vieja biblioteca?
—¿La biblioteca sigue abierta? —Pregunta Julia.
Mi madre asiente al mismo tiempo que le da un bocado a la tostada.
—Eso espero, lleva abierta desde que yo era una cría, es probable que allí encontréis algo.
Mi amiga y yo nos miramos y acordamos ir a la biblioteca para investigar. Puede que sea una absurda leyenda, pero creo que Katherine tenía mucho que contar y quizá lo contó, pero lo escondieron, todo es posible.
—Algo que sí os puedo decir es que Katherine tenía un diario y siempre lo llevaba con ella a todas partes, pero que la última vez que la vieron no lo llevaba. —Sigue contándonos mi madre.
—¿Y sabes dónde podría estar? —Pregunta Julia con un hilo de esperanza en sus ojos.
—No, pero dicen que su tribu estaba donde ahora está la biblioteca.
—Pero si la cascada está en la otra dirección, ¿cómo es eso posible? ⸻Pregunto.
—Eso es lo que tienen las leyendas, siempre se acaban inventando las cosas —Dice mi madre entre risas.
Terminamos de desayunar y entramos en tiendas. Yo me acabo aburriendo en seguida, pero no tardamos en irnos porque no hay nada de nuestro interés, además, estamos pensando en la leyenda y gracias a mi madre vamos a poder descubrir qué pasó realmente con la pirata.
Llegamos al pueblo y mi madre nos lleva a la biblioteca. No parece que haya nadie, pero la puerta está abierta así que entramos. Dentro nos encontramos a una mujer que está leyendo un libro detrás del mostrador, cuando cae en nuestra presencia lo deja y nos sonríe.
—Buenas tardes, ¿queréis algo?
—¿Tienes algún libro que cuente información sobre el príncipe Salem y Katherine? —Pregunta Julia.
—Tengo un solo libro, quizás os pueda servir, déjame que mire dónde está. —La mujer se pone unas gafas y teclea algo en el ordenador—. Pasillo tres, estante cuatro.
—Muchísimas gracias. —Digo. Cuando quiero darme cuenta, Julia ha salido disparada hacia el pasillo. La busco y la encuentro con el libro entre sus manos. Nos sentamos en la mesa y empezamos a ojear el libro, pero no encontramos nada que no sepamos.
—Para, —le digo a Julia cuando pasa una de las páginas—, aquí han arrancado una página, ¿lo ves?
Ella observa detenidamente la página y corrobora lo que yo he dicho. Coge el libro y va corriendo al mostrador donde la mujer se encuentra.
—Perdona, ¿sabes qué ha pasado con esta página?
—Ni idea, ese libro lleva aquí años, quizá mi bisabuela sabe lo que le pasó, diría que el libro tiene la misma edad que ella o un poco menos.
La mujer nos lleva hasta un pequeño despacho donde se encuentra una mujer bastante mayor, diría que tiene unos cien años, pero sería exagerar.
—Ella es mi bisabuela Anna, tiene cien años y a lo mejor sabe cosas sobre lo que queréis saber. —Pues no, no estaba exagerando, esa señora tiene cien años.
La mujer nos deja con Anna y mi amiga no se corta ni un pelo a la hora de preguntar, sin embargo, a Anna parece hacerle bastante gracia.
—Jovencitas, los dos únicos sitios donde vais a encontrar la verdad es únicamente en el diario de Katherine y en una persona. —Nos informa la mujer.
—¿Y sabe usted dónde podemos encontrar el diario y a esa persona?
—Sí, el diario está enterrado bajo el tronco más alto de la cascada de las Mil y una perlas blancas, está dentro de una urna.
—¿Cómo sabes todo eso, Anna? —Le pregunta Julia.
—Porque yo soy Katherine.
Ambas nos quedamos con la boca abierta con semejante confesión. Julia lleva años buscando información sobre lo que realmente pasó con Katherine y la ha tenido delante todo el tiempo.
—¿Nos puedes contar la historia?
Anna o Katherine, como quiera que se llame, nos cuenta la historia completa de cómo ocurrió. Nos dice que ella se puso enferma, pero que gracias a los médicos de aquel entonces pudo curarse y que no hubo ningún sacrificio, tan solo es que necesitaron sangre de Salem para curarla. También nos cuenta que, en realidad, Salem y Katherine no son sus nombres reales y que ella sí que se llegó a casar con Salem, solo que años más tarde falleció por una enfermedad. Así que al final sí que tuvo un final feliz, solo que le duró poco.
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La magia de nuestros latidos ||YA EN AMAZON||
RomanceLa vida de Ángela da un vuelco cuando se ve obligada a mudarse con el nuevo marido de su madre y su hijo, quien parece odiarla. Ella, que odia los cambios no está de acuerdo, pero todo cambia cuando pisa White Moon, un pueblo perdido entre las monta...