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ABRIL¿Tan rápido?

ÁNGELA

—Te va a doler. —Dice de repente Julia.

Estamos en el jardín de su casa, hemos quedado todo el grupo por última vez para despedir a Liam como se merece.

La miro confusa, no tengo ni idea de a qué se refiere.

—¿El qué?

—El día que lo veas irse por las puertas del aeropuerto. —Señala a su primo que está compitiendo con Lucas a ver quién hace más abdominales mientras que el resto los rodean y Alba, cómo no, los está grabando.

—Lo sé. —Admito. Mi sonrisa es apagada. Su despedida es algo que tengo asimilado desde hace un tiempo, pero no estoy preparada pare eso y creo que nunca lo estaré.

No soy partidaria de las despedidas, a veces son para siempre y otras no. Y acojona despedirse de alguien, sobre todo, si sabes que no va a volver—. Julia, ¿sabes lo que más me duele?

—Me da miedo saberlo, pero adelante.

—Que no voy a querer a nadie como quiero a tu primo.

—Él también te quiere, lo sé por la manera en que te mira.

—¿Y cómo me mira?

—Como si fueses la única estrella que brilla en el cielo y eso es admirable.

—Oh, joder, Julia, no me digas esas cosas, si ya de por sí me está costando no pensar en su despedida, imagínate tener que despedirme ahora sabiendo esto.

—Confío en que el destino os vuelva a reunir.

—¡Eh, charlatanas, venid! —Nos grita Valentina desde el corro.

—Julia, tu novio está a punto de perder contra tu primo. —Grita esta vez Alba, quien parece estar divirtiéndose mucho.

Julia y yo nos acercamos corriendo para ver con nuestros propios ojos eso.

¿Alguna vez has sentido que estabas perdida? Yo lo sentía cuando llegué a este lugar, pero aprendí que todo lo que se pierde, o la mayoría de las cosas, se acaba encontrando, y es que cuando tienes a personas increíbles ayudándote a buscar, se encuentra más rápido.

Quién me iba a decir a mí al llegar a este pueblo que, no solo cambiaría mi vida por completo, sino que encontraría amistades inesperadas y amores que calan en nuestra piel y no hay manera de dejarlos salir, como un tatuaje, que una vez esté hecho no hay vuelta atrás, ya pertenece a tu piel.