todo es por Ten.

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—ah, qué pereza...— murmuró TaeYong apagando la alarma mientras bostezaba, viendo que era muy temprano.

Se sentó en la cama y se estiró, seguidamente vio al omega a sus espaldas dormir plácidamente, sonrió y lo cubrió con las sábanas hasta la cintura al ver que estaba destapado y algo expuesto por su desarreglado short que mostraba más de lo debido.

Buscó ropa y parches inhibidores en su bolso y seguidamente arrastró sus pies a la ducha.

El segundo día de aquel viaje había comenzado.

—debería hacerle el desayuno a Tennie.— murmuró mientras se despojada de su ropa, viendo vagamente en el espejo sus tatuajes en su torso— mnh... ¿Qué debería preparar?— preguntó al aire mientras se sacaba los parches inhibidores de su cuello y hombros y los botaba al cesto— bueno, ya veré que hay.— comentó mientras ingresaba en la ducha y encendía el agua caliente.

Salió de ducharse y se secó levemente los cabellos antes de colocarse otros parches inhibidores de feromonas, ya que pasaría el día entero afuera y no quería llamar la atención o aturdir a su mejor amigo, con quien estaría todo el día.

Caminó por el pasillo para dirigirse a su habitación, cruzándose en el camino a su hermana, fingiendo que se asustaba al verla recién despierta, ganándose un golpe de su parte. Llegó a la habitación y se fijó si el tailandés seguía durmiendo, aprovechando que sí lo hacía, se vistió y se dirigió a la cocina, encontrándose ya despierta a Malai, la madre de Chittaphon, allí preparando el desayuno.

Se entretuvieron en una amena charla mientras Taeyong se fijaba qué había en la cocina para hacerle el desayuno a Ten.

—gracias, eres muy considerado con Tennie.— habló Malai.

—no tiene que agradecer, Tennie también lo es conmigo, ambos somos así, somos una amistad muy recíproca.— aseguró con una sonrisa— además a alguien como Ten, es imposible no querer cuidar de él.

Malai sonrió viendo a Taeyong.

—eres un gran chico Taeyong-ah, sé que para Tennie siempre fuiste lo más importante, me alegra saber que tú por igual lo adoras, aún cuando su relación es meramente de amistad.

—bueno, Tennie es adorable en sí.— dijo en un tono divertido, sin dejar notar el efecto que aquellas palabras surgieron en él.

"Para Tennie siempre fuiste lo más importante"

—bueno, iré a despertarlo.— avisó el rubio.

Malai solo lo observó irse, pensando en que ellos en algún momento de su vida, tal vez se merecían una oportunidad. Pero eran tercos por igual y perfeccionistas en eludir.

Por su parte TaeYong llevaba a su mente una y otra vez la imagen de Nayeon, se sintió de lo peor la noche anterior cuando habló con ella, estaba muy preocupada y si bien estaba molesta, también le hablaba dulcemente, y él no podía dejar de pensar en esa tarde que compartió con Ten y de la ya conocida sensación que lo abrazó mientras veía a su mejor amigo.

Debía eludir a toda costa que una sensación así lo domine...

... aunque aveces, era imposible ir en contra de un impulso que le dictaba aquella sensación indeseable en él.

—Ten...— lo despertó abriendo las cortinas de la habitación que compartían, antes de sentarse al lado del omega y sacudirlo levemente. Como el tailandés no le hacía caso, liberó ligeramente sus feromonas y Ten en la inconsciencia de la somnolencia se incorporó levemente y a tientas buscó a TaeYong, acercando lo más posible su pequeña nariz de botón al cuello del alfa. TaeYong rió— pareces un cachorro.— comentó mientras Ten se resfregaba los ojos.

Inevitable | TaeTen [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora